Mis respetos y admiración a los empresarios que mantienen vivas a sus empresas –incluso a puertas cerradas– que mantienen la nómina, que pagan a sus proveedores, que cumplen con todos sus compromisos, conociendo de riesgos y angustiados por las incertidumbres que hoy, especialmente, estamos padeciendo.
Es de vital importancia que se dé lugar y se respete a los empresarios formales que pagan impuestos, que tienen a su personal en IPS, que compiten legalmente y por calidad de gestión.
No es, más que nunca, el momento de oportunistas, opinólogos, especuladores o resentidos que tratan de aprovecharse de una situación imprevista e impensable hasta poquísimo tiempo atrás.
Cuidemos a las empresas, cuidemos a los empresarios que ya están usando sus reservas y que tendrán que hacerse cargo y honrar nuevos compromisos y deudas; cuidemos cada puesto de trabajo y cada trabajador eficiente y leal a su empresa. Todos podemos ayudar, todos podemos contribuir, todos podemos ser y dar más!
¡Paraguay y los paraguayos valemos el gran esfuerzo!