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Mbanga Pongo-Camerún
Trabajadores de rescate en Camerún recuperaron ayer de un fétido pantano restos de las víctimas de un avión de Kenya Airways que se estrelló, causando la muerte a las 114 personas que se hallaban a bordo.
El Boeing 737-800 cayó temprano el sábado en una zona pantanosa de espesa vegetación, minutos después de abandonar Douala en dirección a Nairobi en medio de una torrencial lluvia.
“Es devastador. Encontré uno o dos cuerpos al comienzo, pero desde entonces todo está en pedazos”, dijo el capitán Francis Ekosso, del Departamento de Bomberos de Camerún, quien se encuentra a cargo de la operación de rescate.
“Al principio, la gente les tenía miedo a los cuerpos, así que tuve que sacarlos (del agua) con mis propias manos, y se despedazaban entre mis dedos”, agregó.
La aeronave fue hallada a última hora del domingo en un pantano de manglares cerca de Mbanga Pongo, situado a unos 20 kilómetros del aeropuerto de Douala.
Los restos de las víctimas estaban desperdigados en medio de ropas, objetos personales y escombros de la nave, que cayó en aguas pantanosas.
Los trabajadores de rescate utilizaron un generador móvil para bombear el agua fuera del pantano, a fin de dejar expuestos los escombros y restos humanos.
Además de la nariz del avión, que quedó atascada en el lodo, muy poco quedó de la nave. Solo había fragmentos algo más grandes que la puerta de un automóvil. Los equipos de rescate tuvieron que lidiar con la densa vegetación para llegar hasta la zona del accidente, mientras helicópteros y aviones recorrían el lugar.
Luego, retornaron varios kilómetros hasta la carretera más cercana cargando camillas que llevaban a los restos de las víctimas envueltos en plástico blanco.
El lugar está a más de 100 km de la zona donde los helicópteros equipados con radares, equipos de tierra y residentes en motocicletas pasaron la mayor parte del fin de semana peinando la selva tropical.