La miocarditis es una inflamación e infección del corazón, a partir de un microorganismo o germen que invade el cuerpo y ataca directamente el músculo cardiaco. En especial los niños son los más susceptibles de adquirir la enfermedad por las bajas defensas, según la cardióloga Nancy Garay, jefa del Departamento de Cardiología del Hospital Pediátrico Niños de Acosta Ñu de San Lorenzo, Reducto.
La afección cardiaca disminuye la capacidad de bombeo del corazón, no distingue clase social ni edad. La miocarditis puede afectar desde la edad fetal hasta los adultos, y en los casos más graves puede desencadenar la muerte, si la persona no es trasplantada.
NIÑOS AFECTADOS. Esta enfermedad afectó a Ana Almirón Riquelme (6) quien falleció el pasado 10 de abril al no recibir un trasplante cardiaco. En la lista de espera por un nuevo corazón del Instituto Nacional de Ablación y Trasplante (INAT) se encuentran actualmente 9 personas, de las cuales 3 son niños que sufrieron miocarditis y llegaron a la fase terminal, en la que requieren del implante de un nuevo corazón para seguir viviendo.
AFECCIÓN. Según datos estadísticos, de cada 10 niños con miocarditis, 5 se curan, 2 se quedan estacionados en una fase de afectación moderada, no progresa pero tampoco retrocede, y 3 empeoran hasta llegar a la situación de miocardiopatía dilatada por miocarditis viral, que no se recupera y necesita de un trasplante para seguir viviendo, comentó la doctora Garay.
“Los gérmenes (que atacan al corazón) pueden ser cualquier virus o bacteria. Lo más frecuente es que sean virus y entre estos aquellos que penetran al cuerpo por las vías aéreas (respiratorias) aunque puede ingresar también por la vía digestiva”, explicó la cardióloga al tiempo de señalar que los más frecuentes son el virus denominado coxcsakie serotipo B, el adenovirus o cualquiera de las influenzas A o B (enfermedades respiratorias estacionales).
Añadió que la miocarditis puede darse inclusive del resfriado común si se dan las condiciones de susceptibilidad del niño y agresividad del serotipo del virus.
“El paciente pediátrico debe tener susceptibilidad para adquirir esa infección con poca o nula capacidad de defensa contra el tipo específico de infección”, dijo la especialista al tiempo de señalar que la enfermedad también se produce con la condición de que el virus tenga la capacidad de invadir la célula cardiaca y destruirla masivamente hasta afectar su funcionamiento.
Garay señaló que es difícil diagnosticar la enfermedad en una primera etapa, ya que se suele confundir con una gripe o resfriado, pero que luego empeora y se complica el cuadro de salud del niño, llegando muchas veces a un diagnóstico y tratamiento tardío. Ante esta situación la cardióloga recomienda un chequeo médico oportuno.
No hay un tratamiento específico para la afección solo medidas generales como la prevención con la aplicación de las vacunas contra la varicela, rubeola, la influenza. Los otros virus como la coxcsakie serotipo B y adenovirus no tienen aún vacunas para prevenirlos.