Los pequeños, felices, cambiaron las batas de hospital por sus mejores atuendos de fiesta para participar de la primera comunión y renovación eucarística.
A pedido de los padres de los pequeños que se encuentran en tratamiento, y cuya estadía dentro del nosocomio es prolongada, se consiguió una profesora de catequesis.
Muchos de los padres mencionaron que necesitaban contar con el apoyo espiritual dentro de sus creencias para fortalecer a los chicos.
CATEQUESIS. La catequista Johana Arévalos comentó que se trató de su primera experiencia hospitalaria y que el desafío más importante fue realizar una buena traducción para los guaranihablantes, ya que de ello dependía una buena enseñanza.
La ceremonia estuvo a cargo del sacerdote Fernando Herraiz, de la Parroquia Virgen del Rosario.
Luego de recibir el sacramento de la comunión, los pequeños compartieron un brindis con sus familiares, amigos y funcionarios, informó el Ministerio de Salud Pública.