“Por el momento nadie tiene síntomas de coronavirus”, afirmó ayer la cónsul general de Paraguay en Buenos Aires, Celia Esther Cañete, responsable de la representación consular que desde el miércoles cerró sus dos oficinas, suspendió la atención presencial y los funcionarios iniciaron una cuarentena preventiva debido a que el cajero de un supermercado donde realizaban compras para las bolsas de alimentos distribuidas a los connacionales dio positivo al coronavirus (Covid-19).
“Nosotros tomamos la decisión de ingresar en cuarentena por prevención. Todos están trabajando desde sus casas y ahora habilitamos más números telefónicos para asistir a los compatriotas”, expresó la cónsul.
También anunció que el lunes se hará una nueva entrega de kits de alimentos, tarea de la que se encargarán funcionarios de la Embajada paraguaya. Alrededor de 1.400 connacionales están anotados para volver.
Entre ellos, no solo los que quedaron varados al declararse la pandemia, sino incluso quienes tienen documento de identidad argentino (DNI), principalmente hombres que se dedicaban a la construcción y mujeres que se desempeñaban en servicios domésticos.