La niña tenía 5 años cuando su madre partió para España en busca de un futuro mejor. Dicha separación fue uno de los acontecimientos más dolorosos que tuvo que enfrentar, hasta el punto de caer en una depresión, según los doctores.
“Perdía un montón de cabello, no quería comer entre otros síntomas que me asustaban. Los doctores me dijeron que era depresión”, comenta con la voz quebrada la abuela paterna a cuyo cargo quedó la menor.
En medio de la desesperación de ver a su nieta en ese estado, inició una intensa conversación con la Virgen de los Milagros para que pueda iluminar a la niña. Además, la familia entera fue sometida a tratamiento para hacer frente al mal que acechaba a la menor.
Milagro. Tras las intensas oraciones y tratamientos, la adolescente logró superar la adversidad.
A pesar de los años difíciles, comenta que nunca dejó de lado sus estudios. Ahora culminó el noveno grado con buenas calificaciones. “Nunca tuve que exigirle que estudie, ella por su cuenta siempre fue muy dedicada”, destaca orgullosa la abuela. Asegura que hasta la actualidad la madre no volvió de Europa. El próximo año la promesera cumple sus 15 abriles y siete años consecutivos de la sublime visita a la santa.