El Paraguay tiene un bono demográfico que no puede desaprovechar (la población económicamente activa supera ampliamente a la inactiva) y también tiene factores estratégicos de desarrollo de los que debe dar un mayor aprovechamiento, en especial su potencial energético, según Nicanor Duarte Frutos, director paraguayo de la Entidad Binacional Yacyretá (EBY).
Lo expresado fue en el marco del 11º Foro de Emprendedores Industriales del Paraguay, organizado por la Unión Industrial Paraguaya Joven en el complejo Textilia.
“Se debe discutir en todos los espacios institucionales la disyuntiva entre el uso de nuestra energía para el desarrollo nacional, como el verdadero camino de una soberanía energética versus la visión meramente rentista de nuestra energía, que la considera como un commodity más entre otros, por ende dependiente de las fluctuaciones del mercado internacional y por ende ajeno a cualquier noción de soberanía”, dijo el referente.
Animó a los presentes a avanzar hacia una industrialización inteligente, estableciendo incentivos eficaces al desarrollo de pequeñas y medianas industrias en los rubros productivos más pertinentes, además de apoyar fuertemente el emprendedurismo de los jóvenes.
industria. Duarte Frutos insistió en que se necesita un Estado que intervenga no para tutelar ni para dirigir la actividad económica, sino para defender las condiciones necesarias del desenvolvimiento industrial.
“Parte de esa defensa pasa por dos urgencias: mucha más infraestructura y mucha más educación. No podemos aspirar a ser un polo de desarrollo sin mano de obra ultracalificada”, sostuvo.
El director de la EBY aclaró que no se trata de construir una sociedad industrial, que es una categoría sociológica del siglo pasado y designaba el paradigma fordista de la producción manufacturera, al interior de sociedades compuestas por clases sociales más homogéneas.
A su criterio, hoy el mundo es otro y las sociedades tienen hábitos de consumo más segmentados, mientras que las industrias interaccionan con otras actividades económicas de nuevo tipo, ligadas a la producción de bienes y servicios inmateriales.
“La economía naranja, fundada en la imaginación, la industria cultural, el cine, el software, el diseño, los videojuegos, la gastronomía y el turismo son los campos propicios para los nuevos emprendedores. Lo que debemos buscar es una economía cada vez más diversificada, generadora de empleo decente y por sobre todo capaz de aprovechar nuestras grandes potencialidades en materia de recursos naturales y demográficos”, enfatizó.
El foro de emprendedores de la UIP Joven hizo hincapié en la necesidad de formalizar las micro, pequeñas y medianas empresas (mipymes), en razón de que emplean al 66% de la población económicamente activa.