El presidente Mario Abdo Benítez ordenó ayer la destitución del polémico hombre del cartismo Luis Canillas de Yacyretá. Ocupaba el cargo de asesor jurídico en la Entidad Binacional, donde llegó a percibir un salario mensual de más de G. 118.000.000.
La destitución fue oficializada a través de la resolución firmada por el director paraguayo interino de la EBY, Nicanor Duarte Frutos.
Canillas ingresó en marzo de 2014 a la Binacional de la mano de la Horacio Cartes y pronto se posicionó en el primer anillo del cartismo con prerrogativas sobre la policía que fue muy cuestionada por la oposición.
Se tornó una figura polémica en medio de la crisis política que se desató con el plan de Cartes de forzar la reelección presidencial desde finales de 2016 y que tuvo su punto más álgido con los sucesos del 31 de marzo de 2017.
Canillas fue considerado uno de los hombres fuertes en las filas policiales junto con José Ortiz, el gerente de Tabacalera del Este de Cartes, y estuvo en el ojo de la tormenta tras los sucesos del 31M cuando los manifestantes quemaron el Congreso y hubo una orden a la Policía para atropellar la sede del PLRA, donde asesinaron al joven liberal Rodrigo Quintana.
Antes de estos sucesos, denunció a la senadora Desirée Masi y a otros opositores de impulsar un supuesto plan de atentado contra Cartes a partir de mensajes enviados en un grupo de WhatsApp. El caso fue llevado a la Fiscalía.
Esta denuncia saltó luego de que la oposición acusó a los cartistas de falsificar firmas para impulsar la enmienda constitucional para la reelección.
se desbocó. Pero el punto más álgido en torno a su figura saltó en medio de las internas coloradas cuando apareció un video donde se observaba a un Canillas completamente descontrolado, descargando toda su furia con palabras obscenas contra Masi y el entonces precandidato presidencial, Mario Abdo Benítez.
Esto generó una fuerte polémica por la forma en que se dirigió hacia una mujer.
Pero pese a los cuestionamientos, el ex presidente Cartes ensalzó más su figura y antes que preocuparle el rechazo que causaba la figura de Canillas, aprovechó un acto oficial de la Policía y lo condecoró con la más alta distinción. Semanas antes de dejar el poder, el cartismo volvió a ensalzar la figura de Canillas por el trabajo que supuestamente realizó para la incursión del grupo de operaciones tácticas Lince.