Natalia Fuster Cascio ( @natti_fuster ) actual directora de la Escuela Municipal de Danzas del Instituto Municipal de Arte (IMA) en Asunción se destaca en sus roles de bailarina, docente y actriz y madre.
“Si con mi arte puedo hacer felices a otras personas, me encantaría hacer esto de por vida. Para mí, el éxito es ayudar a otros a crecer”, confiesa. En sus recuerdos tiene presente que desde pequeña sintió deseos de actuar, “de estar en un show”. Recuerda que a sus 4 años le gustaba que su madre le peine con bucles, se ponía botas y vestido y personificaba a la cantante Yuri.
“Siempre terminaba toda despeinada, pero con mucha alegría”, comentó a ÚH.
Su madre notó sus habilidades e inclinaciones artísticas y la inscribió, a ella y a su hermana, en la academia de danzas del barrio, a cargo de la profesora Elsa Santa Cruz.
“Al inicio como que me daba un poco de flojera, pero poco a poco eso tomó forma y color en mi vida y cada vez estaba más entusiasmada en participar de los festivales”, detalló.
Luego su madre la llevó a la Escuela de Arte Infantil y después a la Escuela Municipal de Danzas.
La carrera de bailarina y docente de Natti fue próspera y tuvo un desarrollo continúo, sin embargo, en la época en la que ella tomó la decisión de seguir el camino de la danza como profesión en Paraguay, “era un poco complicado sostener una carrera artística como bailarina independiente”.
A pesar de esa realidad, ella se abrió camino en el rubro de la danza contemporánea, a través de diferentes muestras coreográficas en la década de 1990.
Fue parte del proyecto Crear en Libertad así como de ferias artísticas además, tuvo “la fortuna”, de formarse dentro del Instituto Municipal de Arte, y a través de estas muestras coreográficas y festivales, con docentes extranjeros, “lo que sumó a que mi lenguaje crezca enormemente y me desempeñe en el ámbito profesional independiente desde temprana edad”.
LA ACTUACIÓN
Hacia inicios del 2000, Natti Fuster tuvo su primera aproximación a la actuación. “Fui parte de algunas publicidades para Telefuturo, también participé de un videoclip para un programa de Menchi. Fueron mis primeros acercamientos a la cámara”, recordó.
Fuster vio que había una posibilidad de empezar a desarrollar también una carrera actoral.
Sin embargo, muy joven empezó a trabajar en el IMA como docente (2000), en la Escuela Municipal de Danza, y también siguió la carrera universitaria de Economía.
Sus tareas como docente de expresión corporal en el IMA, en la Escuela de Teatro, le hicieron postergar la carrera de actuación. Sin embargo, fiel a su deseo de formarse y sumar habilidades, tomó clases de percusión y batería, “para tener un poquito más de de soltura en escena, desinhibirme”.
Recién el año pasado decidió estudiar actuación, “sentí que era el momento de empezar la carrera de actuación”, hoy cursa el segundo año.
Su inquietud artística la llevó a desarrollar musicales, fue productora y directora general del musical Los Miserables (2018), El fantasma de la ópera (2019), Sonora (2019), entre otros. También habilitó el espacio La Fust, centro coreográfico y de entrenamiento corporal, en el barrio San Vicente.
Fue un desafío equilibrar su vida profesional con la personal. En el año 2007 fue madre de Rebecca (18), quien siguió sus pasos en la danza. “Siempre me enfoqué en el tiempo de calidad ofrecida a mi familia, así como en el cultivo espiritual”, comentó Fuster, que confiesa disfrutar de la naturaleza y los viajes en sus pocos tiempos libres.