El dirigente del Partido Justicialista (PJ o peronista) Herminio Iglesias falleció ayer en Buenos Aires a los 77 años, tras una larga enfermedad cardíaca.
“Lo esperábamos, porque estaba muy desmejorado por la internación”, dijo el presidente del Consejo Deliberante de la localidad de Avellaneda, Armando Bertolotto.
Iglesias había sido sometido años atrás a una operación quirúrgica coronaria –bypass– y sufrido un paro cardiorrespiratorio, por lo que desde hace cuatro meses se encontraba internado en una clínica.
Iglesias ha sido considerado como responsable en parte de la derrota del peronismo en las elecciones presidenciales de 1983 tras el regreso de la democracia. Durante el acto de cierre de campaña de Ítalo Luder, el candidato a presidente, Iglesias –que aspiraba ocupar la gobernación de Buenos Aires– quemó un ataúd con las siglas de la opositora Unión Cívica Radical (UCR) cuyo candidato, Raúl Alfonsín, ganó finalmente las elecciones.
El gesto de Iglesias fue interpretado como un acto violento y condenado por la sociedad, que acababa de salir de la dictadura militar, una de las etapas más oscuras de su historia contemporánea.
Una de sus frases célebres fue la que dijo en plena campaña electoral al señalar que su partido puede llegar al triunfo “conmigo o sin migo”.
“Es una pérdida importante del movimiento justicialista y de esta ciudad”, dijo Baldomero Álvarez Oliveira, alcalde de Avellaneda. AP