Por Patricia Lima
Cuando nació la organización de la que ahora es representante, Cyntia apenas tenía 8 años. En 1999, cuando sus (ahora) compañeras de lucha ya marchaban en Asunción para denunciar el modelo de desarrollo explotador y depredador del medio ambiente, ella jugaba con sus hermanas entre las plantas de algodón, en su casa de Ko?ê Pytã, a 15 kilómetros de Choré. Ni idea tenía de la decepción de su papá, a quien cada vez le pagaban menos por cada bolsa. Ni comprendía aún por qué algunas de las familias que ella conocía vendían su ranchito y se iban lejos, a la Capital.
“En la escuela no se estudia nada como para conocer, no se cuenta nada de la realidad”, sentencia con novata certeza. Creció su adolescencia ajena a estos problemas. Hasta que, en febrero de este año, una vecina le invitó a una marcha en Asunción. El Paraguay “real” se abrió ante sus ojos de 16 años. “Vine nomás para ver la manifestación y me impresionaron los problemas que hay en el país”, relata.
“En mi casa era todo lindo”. De repente, descubrió que había familias indígenas y campesinas, igual a ella, que no tenían qué comer, ni tierras, ni casa, ni escuela, ni agua. Le dolió descubrirlo; la entusiasmó la posibilidad de organizarse para mejorar. “Los pobres podemos conseguir algo si nos organizamos”, asegura.
Desde hace nueve meses esta jovencita, Cyntia González Mendoza, integra la Coordinadora Nacional de Organizaciones de Mujeres Trabajadoras Rurales e Indígenas (Conamuri), que hoy celebra sus 15 años, con un congreso que inició ayer en el local de Don Bosco Róga, a tres cuadras de la Terminal de Asunción. Participan del encuentro más de 250 mujeres. Entre ellas, Cyntia, que fue electa como delegada departamental.
COYUNTURA. Durante el congreso, las mujeres debaten hasta hoy sobre la situación política, social, económica y cultural del país. A las más jóvenes les sirve para nutrirse con conceptos de clase, lucha antineoliberal, solidaridad y participación.
“La coyuntura social y política en la que nacemos está marcada por las desigualdades, así como por la depredación del ambiente, debido a un modelo de desarrollo basado en la acumulación del capital”, explica ante sus compañeras Magui Balbuena, miembro de la comisión directiva.
Cyntia ?que la escucha sentada en primera fila? no tiene aún el discurso tan afinado. Pero comparte las mismas ideas: “Las cosas están demasiado caras, no se come bien, no alcanza, ahora mismo no se podía sembrar por la sequía, hay mucha pobreza. Las mujeres queremos rescatar la confianza y la unión de los valores, dejar atrás los antivalores”, nos explica, segura de sí misma, en el momento de la entrevista.
En nueve meses, aprendió muchísimo. Como parte de la organización participó de un taller de promotores jurídicos, que le permite ahora reclamar mejor sus derechos y evitar arbitrariedades. “Escuché a las personas, sus necesidades, demasiado curiosa estaba”.
Asunción impresionó a esta joven líder campesina, no por sus edificios y su caótico tránsito, sino por la pobreza: la Chacarita, las casas amontonadas en un diminuto espacio, en medio de asfalto y basura. “Donde yo vivo es todo más natural, más sano, la gente no es tan contaminada”, cuenta.
Tiene esperanzas. “Me gustaría seguir con la organización; no voy a cambiar todo, pero aunque sea una parte”.
ORGANIZACIÓN DEFINIRÁ SU PARTICIPACIÓN
En este IV Congreso Nacional Ordinario de la Conamuri se definirá también cuál va a ser la modalidad de participación de la organización en el proceso electoral. “Estamos analizando si va a estar al margen o como participantes activos del proceso partidario político”, explicó ayer la coordinadora, Magui Balbuena.
La decisión de la asamblea, en base a la propuesta de cada delegación regional, será plasmada en un pronunciamiento, esta tarde, al final del encuentro. Balbuena explicó que, independientemente a esta decisión, la organización ya ha empezado a elaborar una plataforma de propuestas y demandas de las mujeres rurales e indígenas, que será presentada a los candidatos a la presidencia.
“Hay un nuevo viento que sopla, con cambios que vienen desde abajo, en el caso de Nicaragua, de Bolivia, de Cuba, de Ecuador, donde se plantea un nuevo modelo de integración. Paraguay es uno de los países más atrasados. Lastimosamente no se está dando un frente que capitalice toda esta expresión de deseos, de intenciones y de lucha”, expresó.
Este congreso tuvo como consigna “Kuña joaju pu?aka oî haguâ sâso ha tekojoja - Mujeres unidas por la liberación y la igualdad”. Para mañana, Día Mundial de la Alimentación, las mujeres realizarán una marcha “Contra los agronegocios y por la soberanía alimentaria”, desde la plaza “Julio César Franco” hasta el Congreso.