“Estaba manipulada, no hablaba con nadie, con mis amistades que tenía desde hace años. No iba a la casa de mi mamá, yo me encerraba en la pieza. Llegaba el finde y era un calvario, me golpeaba enfrente de mi hijo pequeño. Un día decido salir de ese lugar. Hice 7 denuncias, para que no digan que nunca denuncié”, es parte del relato Fátima Jara, quien hoy busca justicia tras años de violencia.
Su caso se hizo público hace unos días. Causó gran indignación la cantidad de veces que se animó a denunciar a su ex pareja por violencia y constantes hostigamientos. El presunto autor, Pablo Fernando Insfrán, finalmente está con prisión preventiva y debe pasar al penal de Emboscada.
“Hasta ahora estoy con miedo, no voy a estar tranquila hasta que esté allá”, dice.
Mañana, viernes 25 de noviembre, se recuerda el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer. Hoy los números de casos van creciendo, dado que más víctimas se van animando a denunciarlas.
Fátima fue una víctima más y afortunadamente salió con vida. Relata que conoció a su ex pareja en el 2015 y en el 2016 queda embarazada. “Ahí comienza a ser agresivo conmigo, con palabras. Él tomaba mucho, bastante luego. Al nacer mi hijo empieza a hacer más agresivo”, recuerda.
Rememora, además, que no se daba cuenta de la situación de violencia en la que vivía. “Estaba manipulaba, no hablaba con nadie, amistades que tenía desde hace años. No me dejaba usar celular, estaba totalmente aislada, solo hablaba con su gente”.
Luego de la manipulación, vinieron las agresiones físicas. “Estaba totalmente mal, yo lloraba, me sentaba en el piso y lloraba, le daba de mamar a mi bebé. Él me maltrataba, me derramaba comida caliente por la cara, me pegaba por la cara”, cuenta.
La joven trata de resumir todos esos años en unos minutos. Recuerda que se sentía culpable de la violencia que sufría, hasta que un día decide salir.
El escape
”Era un sábado y él empezó a tomar. Me encerré en la pieza. Él se va, me agrede verbalmente, me estironea. Después espero que se duerma para irme al baño y agarré un cel y le llamo a mi hermano. Le digo: ‘vení búscame porque me van a matar’”.
Cuenta que el hombre se percata y empieza a patear la puerta. Me agarra del brazo y me dice: ‘te voy a matar’. Luego se tranquiliza, se duerme y yo salí a las 2 de la mañana, sin mi hijo. Mi mamá me estaba esperando”, relata.
Al otro día, pide ayuda a autoridades para ir a buscar a su hijo, pero como no tuvo respuesta, decide irse sola.
“Llegué, golpeé. Le digo que arreglemos las cosas... Le tranqulizo y le pedí la remera de mi trabajo. Entra en la pieza y como yo le tenía a mi hijo en brazos, me subo en mi moto y me voy”, detalla.
Tres años pasaron de aquel suceso. Las amenazas y los hostigamientos siguieron después de eso, refiere. Denunció que él se iba en sus trabajos; le amenazaba a sus compañeros para que no se acerquen a ella.
También recibía mensajes donde le decía él la ropa que tenía en ese momento, en qué colectivo se subió.
Hoy ella ya no está trabajando en ninguna empresa, por el miedo de ser seguida y agredida. Inclusive, explica que cambió de número en varias ocasiones y él conseguía de vuelta.
Las amenazas son que le va a sacar a la criatura también.
El hombre ya tenía orden de alejamiento, pero eso nunca respetó, cuenta Fátima.
También en estos últimos días, la madre de su abogado recibió una amenaza para que el profesional se aparte del caso, denuncia.
Pese a todo, dice que quiere salir adelante. “Hasta ahora estoy con miedo y no voy a descansar. Todo hago por mi hijo, por mis derechos y por todas las mujeres que pasaron violencia y no pudieron contar”
La causa
Pese a las denuncias, recién en mayo de este año, la causa pasó a la Fiscalía. Corría los meses y ella fue agregando otras denuncias y finalmente el fiscal Víctor Maldonado presenta imputación el 1 de noviembre y la jueza Cecilia Ocampos decretó la prisión preventiva de Pablo Fernando Insfrán.
El hombre quedó preso en la Comisaría 10 de Mariano Roque Alonso y deberá pasar al penal de Emboscada.
El abogado Carlos Fernández, defensor de Fátima, relató también parte del suceso vivido por ella.
Justamente esa denuncia que hace en mayo y que permitió que se abra la causa fue a raíz de que ella ese día salía de la capilla, para un curso de bautismo de su hijo y refiere que como siempre, el ahora imputado la estaba siguiendo.
“Venía en un vehículo polarizado, de donde se baja y sin mediar palabra, le empieza a agredir verbalmente y luego le empieza a propinar puños... Ella ese día se va a la casa y luego a hacer la denuncia, va al hospital y en la semana va a la Fiscalía”, explica el abogado.
Relata que en varias ocasiones fue incluso a intentar retirar a su hijo menor del colegio, pese a contar con una orden de alejamiento.
El abogado presentó a la Fiscalía las imágenes del circuito cerrado cuando él iba al trabajo de ella e inclusive tienen screens de mensajes.