EFE
Madrid-España
La colombiana Alba Lucía Carmona, la primera mujer a la que se realizó un trasplante de manos en España, afirma en una entrevista con EFE que “está fenomenal” y que ya puede comer, escribir, ducharse y hasta sacarse el permiso de conducir.
Alba Lucía, de 47 años, evoluciona “muy favorablemente” de la intervención quirúrgica a la que fue sometida el pasado 30 de noviembre por el equipo de cirugía reconstructiva de la Fundación Pedro Cavadas, en el hospital La Fe de la ciudad de Valencia (este de España).
En dicha operación le fueron implantadas ambas manos, que había perdido el 16 de noviembre de 1978 a causa de una explosión durante unas prácticas de química en su Colombia natal.
“Estoy fenomenal. La evolución está siendo muy favorable. Estoy en rehabilitación y cada día estoy avanzando más”, dijo Alba Lucía en la entrevista, en la que afirmó que “estamos todos sorprendidos con la evolución”, aunque también destacó que “tengo que tener mucha paciencia”, porque hay que reavivar los músculos, los tendones que durante 28 años estuvieron paralizados.
Entre las actividades que ha comenzado a realizar destacó que “estoy empezando a escribir, estoy empezando a escribir sola, estoy intentando ducharse sola, cepillarme sola”.
Tras perder las manos, hace casi 30 años, aprendió a escribir, a coser. Pero ahora siente que es diferente con las que ella define como “manitas de pianista. Son preciosas, parecen unas manitas de pianista”.
Todavía no puede trabajar, pero, “estamos viendo a ver qué se puede conseguir más adelante”.
DESEA CONDUCIR. Entre otras cosas, destaca que se está sacando el permiso de conducir, para lo cual solo le queda pendiente el examen práctico, tras superar el teórico. “Desafortunadamente, suspendí por una tontería, pero ya más adelante seguiré la práctica para sacar el carné con el coche normal”.
Dijo que había hecho prácticas con un automóvil de cambio de marchas automático.
Y planea estudiar medicina, su carrera favorita desde antes incluso de su accidente.
Procedente de una familia de campesinos, fue la única de sus hermanos que terminó el bachillerato. “Ahora con todo lo que he vivido más se me ha afianzado la gana de estudiar medicina”, señala.
Lo que más ha echado de menos en todos estos años sin manos ha sido “sentarme a la mesa y partirme mi propia comida”.
Alba Lucía se siente “muy agradecida a todas las personas que me han apoyado de alguna forma y sobre todo a la persona que hizo la donación, a su familia”.
Destaca la importancia de donar órganos externos, porque “no tenemos la costumbre de donar brazos, donaciones internas sí. Lo otro, por decir algo, nos parece antiestético. Pero lo más importante son las donaciones externas, es lo más importante para cambiarle la vida a otro persona”.
No tuvo esperanzas de volver a tener manos hasta el año 2004, cuando vio que se había hecho un reimplante en un brazo a un chico, con éxito.
Por ello, decidió escribir al doctor que lo había hecho y le respondió inmediatamente, “sin saber yo que era el primer trasplante que se hacía en España y el primero a nivel mundial”.
La operación le fue realizada por el doctor Pedro Cavadas, que días después de llevarla a cabo comentó que Alba Lucía podría recuperar parte de la sensibilidad en cinco o seis meses.
En España desde hace 6 años
Alba Lucía Carmona vive en España desde hace seis años y medio, en la ciudad de Castellón (este), aunque en la actualidad está en la vecina Valencia para completar el periodo de rehabilitación.
A las personas de Colombia que puedan estar en su situación tras perder las manos les recomienda “que si tienen la posibilidad que busquen todos los medios posibles para poder viajar aquí y tener la oportunidad que yo tuve. Realmente vale la pena”.
Sobre su país de origen, afirma: “añoro Colombia, porque es mi tierra patria, pero yo ahora voy a tener la nacionalidad (española), porque ahora no me puedo alejar de España, no me quiero alejar de España tampoco. Colombia me quitó las manos y España me las dio, y España será como mi segunda patria.”