Según lo que resalta un análisis de la consultora Mentu, firma liderada por el economista Hugo Royg, el comportamiento de la mora en el sistema bancario sería en parte reflejo del contexto complejo para varios sectores de la economía local, que continúan con dificultades para cumplir con sus obligaciones financieras tras el incremento de los precios y el vencimiento de los plazos de gracia para los pagos de deudas.
A su vez, el análisis por segmentos de crédito verifica que el comercio al por menor, el consumo, la venta y reparación de vehículos, los servicios y la industria son los de mayor aumento en sus tasas de retrasos en comparación con enero 2022, siendo los dos primeros los que tienen la morosidad más alta. Entre los sectores con bajas en sus tasas se encuentran los servicios personales y la vivienda.
“Si bien la tasa de referencia del BCP se mantiene hace seis meses, sus efectos en las tasas de interés se sentirían recién a lo largo de este año, lo cual podría contribuir a una mejor gestión de la morosidad de los sectores con más dificultades”, argumentaron los especialistas de Mentu. Cabe resaltar que el aumento de la morosidad se da también en un escenario de más créditos. En el mes de enero de 2023, esa cartera mostró una expansión de 12,4% en relación con el mismo mes del año pasado.