23 abr. 2024

Monologuistas en la búsqueda de recrear formas de llegar al público

El modo Covid-19 de vivir afectó también a los standaperos, quienes hace meses buscan modos alternativos de seguir en contacto con sus seguidores. Lo hacen a través de plataformas digitales.

Los trabajadores del stand up también fueron alcanzados por la cuarentena y el modo Covid-19 de vivir. En esta entrevista, Juanse Buzó, Yemmy Melina y Diego Santa Cruz, cuentan cómo se las arreglan para seguir en contacto con el público y al mismo tiempo, creando en el área del arte que eligieron.

La cuarentena nos golpeó bastante, porque vivimos de presentaciones en vivo”, reflexiona Juanse Buzó, actor, director, comediante y monologuista.

“Sin embargo, está situación hizo que vaya creando más material para las redes sociales, como sketches, parodias, también adelanté otros proyectos que tenía en suspenso, los pude materializar”, añade.

Con relación al stand up hace un mes Buzó se “animó” a presentar vía Zoom un show gratuito. “Al comienzo no quería, porque pensaba que no iba a funcionar, pero tuvo buena recepción, y es así como ahora surgen contrataciones para grupos por esa plataforma social. Si bien son en menor cantidad, y con precios más bajos de lo que hacíamos antes de la cuarentena, es una forma de paliar esta situación”, explica el actor de Felices los que lloran.

SE NECESITA PÚBLICO. Para el estandapero Diego Santa Cruz, se extraña el público. “Creo que a diferencia de muchas actividades, el stand up, al igual que el teatro y shows musicales en vivo, el público es esencial. El público es un alimento fuerte para muchos artistas, y en lo personal me afecta en esta cuarentena su ausencia”, confiesa.

Santa Cruz recuerda que el último show de stand up que se realizó antes de la cuarentena fue el 6 de marzo en el Teatro Municipal. “Con un lleno impresionante, que tanto como a mí, como a muchos compañeros nos daba la pauta que esta disciplina acá en Paraguay cada día iba ganado terreno”, recuerda.

REINVENCIÓN. Pasaron las semanas en la cuarentena y se vio la capacidad de reinvención de los monologuistas. “Las plataformas de Streaming que nos ofrecen las redes sociales eran una opción para nosotros, para conservar el ritmo de las presentaciones”, cuenta Diego Santa Cruz, quien viene ofreciendo vivos en su Instagram (@chetavyrai).

“Trato que los espectadores sean partícipes de mis historias, además de improvisar con los comentarios que me agregan. Obviamente estos vivos, lo hacemos gratis, tanto yo, como mis colegas, y no tenemos ingresos económicos por ellos”, explica.

Santa Cruz describe estas experiencias como algo muy diferente. “Nunca nos tocó hacer algo fuera de un bar o un teatro. Sin embargo, el público que gusta del humor del stand up lo recibe muy bien”, considera el monologuista, quien en esta cuarentena también aprovecha para escribir guiones y chistes.

Diego adelanta que un grupo de colegas y él están con un proyecto para lanzar videos inéditos de shows de stand up, en donde el público pueda acceder pagando una suma específica, y así despegase un poco de los Streaming.

Por otra pare, el monologuista considera que una vez que se retomen los espectáculos con público presente volverán a tener espectadores. “Confío en que muchos tienen ganas de reír y de disfrutar del humor local”, sostiene esperanzado.

EL CAMBIO ES PERMANENTE. La monologuista Yemmy Melina relata que para ella, la cuarentena y el modo Covid de vivir llegó como un cambio más que afrontar con actitud resiliente.

“Jamás hubiera pensado que algo así vendría, pero suelo estar acostumbrada a cambios grandes, ya que en mi rubro puede caer algún contrato, se cancela un evento o surge algo y hay que ver cómo sobrellevar de todas formas eso”, narra.

El año pasado, a se propuso trabajar en los bares durante todo el año, todas las semanas y lo logró. “De enero a diciembre no descansamos, siempre digo que terminé el año bastante satisfecha, por que muchos shows son por consumición”, rememora.

Para ella este año pintaba aún más increíble. “Teníamos agendados eventos, hicimos La gran estafa con 3 funciones en el Teatro Municipal, que se llenó por cierto y creció un montón el público gracias al trabajo de hormiga que veníamos haciendo para dar a conocer el género”, expresa.

Empero llegó la cuarentena, y con ella el aislamiento físico y las cancelaciones de espectáculos con público. Ahí Melina inició su experiencia con la improvisación (impro). “La impro era materia pendiente, y la coyuntura me ayuda a dedicarle tiempo a pleno a aprender y a compartir con la gente de esta forma”, dice.

Agrega que conectó con comediantes de impro de otros países. “Generamos una hermosa comunidad y jugamos con la gente a través de los lives (vivos en Instagram). Preferí por mí parte armar una sección llamada ‘Hasta que el Wifi nos S E P A R E’, todas las noches a las 22:00, para todo público”, cuenta.

Para el 1 de julio, prepara un taller para enseñar a hablar en público, con costo de G. 200.000. Además, ella gestiona redes sociales de pequeñas y medianas empresas.


A saber
Yemmy Melina: Ofrecerá un taller para enseñar a hablar en público, aprender las técnicas para el ámbito profesional. “Ya que las aplicaciones de las reglas del Stand up son infinitas, no necesariamente es para ser comediante”, explica. Para más datos, ver en su Instagram @Yemmymelina o a su WhatsApp (0975) 767-798. La monologuista también ofrece otros talleres gratuitos para sus seguidores. Ella ofrece vivos en su cuenta de Instagram.

Juanse Buzó: El monologuista, actor y director, en febrero de este año actuó para 600 personas en el Teatro Municipal. Actualmente, él, solo o con colegas, ofrece shows en sus redes sociales, y presentaciones de stand up a través de la plataforma Zoom privadas, con costo. Más datos r al WhatsApp (0981) 901-430.
Diego Santa Cruz: El diseñador y monologuista ofrece presentaciones en vivo a través de su cuenta de Instagram @chetavyrai. Contacto al (0971) 348-237.

Más contenido de esta sección
Las ventas al público en los comercios pyme de Argentina cayeron un 25,5% interanual en febrero pasado, golpeadas por la pérdida de poder adquisitivo de los consumidores a causa de la elevadísima inflación, y acumulan un declive del 27% en el primer bimestre del año, según un informe sectorial difundido este domingo.
El mandatario decidió crear el fondo nacional de alimentación escolar esperando un apoyo total, pues quién se animaría a rechazar un plato de comida para el 100% de los niños escolarizados en el país durante todo el año.
Un gran alivio produjo en los usuarios la noticia de la rescisión del contrato con la empresa Parxin y que inmediatamente se iniciaría el proceso de término de la concesión del estacionamiento tarifado en la ciudad de Asunción. La suspensión no debe ser un elemento de distracción, que nos lleve a olvidar la vergonzosa improvisación con la que se administra la capital; así como tampoco el hecho de que la administración municipal carece de un plan para resolver el tránsito y para dar alternativas de movilidad para la ciudadanía.
Sin educación no habrá un Paraguay con desarrollo, bienestar e igualdad. Por esto, cuando se reclama y exige transparencia absoluta en la gestión de los recursos para la educación, como es el caso de los fondos que provienen de la compensación por la cesión de energía de Itaipú, se trata de una legítima preocupación. Después de más de una década los resultados de la administración del Fonacide son negativos, así como también resalta en esta línea la falta de confianza de la ciudadanía respecto a la gestión de los millonarios recursos.
En el Paraguay, pareciera que los tribunales de sentencia tienen prohibido absolver a los acusados, por lo menos en algunos casos mediáticos. Y, si acaso algunos jueces tienen la osadía de hacerlo, la misma Corte Suprema los manda al frezzer, sacándolos de los juicios más sonados.
Con la impunidad de siempre, de toda la vida, el senador colorado en situación de retiro, Kalé Galaverna dijo el otro día: “Si los políticos no conseguimos cargos para familiares o amigos, somos considerados inútiles. En mi vida política, he conseguido unos cinco mil a seis mil cargos en el Estado...”. El político había justificado así la cuestión del nepotismo, el tema del momento.