Por Tom Heneghan, de REUTERS
Aix-En-Provence-Francia
Una monja católica francesa que dijo que su enfermedad de Parkinson desapareció tras rezarle al fallecido papa Juan Pablo II se negó ayer a calificar de milagro su curación.
No obstante, insistió: “Estaba enferma y ahora estoy curada”.
La hermana Marie-Simon-Pierre, de 46 años, dijo a la prensa que había sufrido durante cuatro años y estaba a punto de renunciar a su trabajo como supervisora de un pabellón de maternidad en Aix-en-Provence, al sudeste de Francia, cuando de repente descubrió que su mano no temblaba y podía escribir nuevamente con claridad.
Su recuperación podría ser clave en el intento de beatificar a Juan Pablo II, lo cual lo dejaría a un paso de la santidad. La Iglesia Católica demanda una prueba de una curación que no pueda ser explicada médicamente para conceder ese honor, y un segundo caso para declararlo santo.
Algo nerviosa ante las cámaras, la hermana Marie-Simon-Pierre habló en forma entusiasta acerca del fallecido Pontífice polaco como una inspiración, debido a su público sufrimiento de Parkinson antes de morir el 2 de abril del 2005.
“Todo lo que puedo decir es que estaba enferma y ahora estoy curada”, dijo la monja, vestida con un hábito y toca blanca con un abrigo oscuro.
“Le compete a la Iglesia decir si fue un milagro”, agregó.
Marie-Simon-Pierre no mostró dudas sobre cómo interpretaba su recuperación. “Mi curación fue obra de Dios a través de la intercesión de Juan Pablo II”, declaró la hermana.
Agregó que ella y sus compañeras habían pedido por su recuperación a Juan Pablo II, luego de su muerte, y relacionaron con él su curación el 2 de junio del 2005. La Iglesia enseña que los católicos pueden rezarles a los muertos para que intercedan ante Dios a fin de que realice milagros en la Tierra.
El mal de Parkinson es una enfermedad neurodegenerativa progresiva e irreversible que comienza con temblores y pérdida de equilibrio.
“Estoy curada”
“Yo estaba enferma y ahora estoy curada”, resumió la monja Marie Simon-Pierre, para quien corresponde a la Iglesia afirmar si se trata o no de un milagro, de manera que ello se sume al proceso para una eventual beatificación de Juan Pablo II, iniciada a poco de comenzar el papado del actual jefe de la Iglesia Católica, Benedicto XVI.
Un gran expediente
El arzobispo de Aix-en-Provence, Claude Feidt, dijo que entregará al Vaticano un gran expediente sobre el caso el lunes, en el segundo aniversario de la muerte de Juan Pablo II. Está previsto que la hermana Marie-Simon-Pierre lo acompañe.
Marie-Simon-Pierre dijo que su neurólogo se quedó asombrado cuando cinco días después de su repentino cambio la vio ingresar a su oficina caminando normalmente.
“Dijo: ‘Hermana, ¿qué hizo para estar así? ¿Ha duplicado su dosis de dopamina?’”, narró, refiriéndose al medicamento que tomaba.
“Le dije: no, doctor, dejé todo eso”, añadió.
El padre Luc-Marie Lalanne, quien condujo la investigación en la arquidiócesis de Aix-en-Provence, informó que un siquiatra y tres neurólogos testificaron que no podían explicar la recuperación de la monja.