No obstante, los números mencionados evidencian un retroceso de dos puntos porcentuales si se compara con el 5,8% que se registraba al cierre del primer semestre.
Es decir, el crecimiento perdió levemente el ritmo durante julio, de acuerdo al informe mensual de la Cámara Paraguaya de Procesadores de Oleaginosas y Cereales (Cappro).
“A pesar de que la campaña actual continúa con números positivos, el crecimiento comienza a estancarse conforme el escenario de competitividad de principio de año se modifica”, explica la organización en el boletín.
En lo que refiere a la industrialización de otros granos, además de la soja, se observa que los números siguen siendo mayores en comparación a lo que se registraba hasta julio del año anterior. Esto representa una mejoría del 7,2% en comparación a 2017 (ver infografía).
Exportaciones. A pesar de la reducción en la cantidad de soja cosechada este año, las exportaciones del complejo soja cerraron el séptimo mes del año con un crecimiento en volumen del 6%.
Esto se debe a que las condiciones propiciaron que la estacionalidad que suele mostrar la exportación de soja en estado natural este año se vea aún con más fuerza.
Con más de 4,75 millones exportados hasta el cierre del mes de julio, según datos del Banco Central del Paraguay (BCP), los granos de soja llegan a su segundo mejor registro de la década, superado solamente por los 4,86 millones de toneladas del 2016.
De acuerdo a las proyecciones de la Cappro, considerando el alto ritmo de salida de los primeros meses en estado natural, serán los productos industrializados los que mantendrían el ritmo de exportación e irían ganando protagonismo dentro del total del complejo soja.
En términos de generación de divisas, el segmento industrial representó el 32% del total del complejo soja hasta el mes de julio.
En esa línea, la Cámara da un mensaje al nuevo Gobierno: “Las oportunidades para que el país avance en la senda de dar más valor a su producción primaria aún están vigentes y deben ser aprovechadas mientras sigan existiendo”.
Capacidad. Otro número positivo para la industria, al superar el primer semestre del año, es el aumento del uso de la capacidad operativa de las industrias.
La utilización de la capacidad nominal para procesar soja llegó al 83% si se considera el valor acumulado entre enero y julio del corriente año, 8 puntos porcentuales por encima del 74% que se registraba a julio del 2017.