21 jul. 2025

Misterioso crimen de una septuagenaria en el barrio Villa Morra

A tempranas horas de ayer, Amelia Hermita Zuchini de Gorostiaga (78) sirvió el desayuno a su marido (médico de avanzada edad y enfermo); luego, ningún familiar pudo dar con ella. Sus hijos temieron lo peor y finalmente se confirmó que fue asesinada en extrañas circunstancias, en el interior de su lujosa vivienda, ubicada en el barrio Villa Morra, de Asunción.

Misterio.  La puerta de la casa no fue forzada y no aparece ningún sospechoso aún.

Misterio. La puerta de la casa no fue forzada y no aparece ningún sospechoso aún.

Eran las 7.55, aproximadamente, cuando la hija de la septuagenaria, Ada Jacqueline Gorostiaga de Torres (48), y su esposo, Adriano Agustín Torres Capdevilla (50), llamaron al teléfono celular y a la línea baja de la víctima, pero no hubo ninguna comunicación. La llamada era insistente por parte de la pareja, que ya empezaba a preocuparse ante la falta de respuesta.

Ante esta situación, Ada y Adriano se dirigieron a la casa ubicada en Campos Cervera y Charles de Gaulle. Durante el trayecto no cesaban de llamar, pero los familiares de Amelia no imaginaban la escena que iban a presenciar.

Llegaron rápidamente a la casa, que cuenta con una muralla bastante alta, de difícil acceso desde la zona de la calle.

Tocaron el timbre y nadie respondía. Inicialmente imaginaron que los ancianos, quienes vivían solos en la lujosa casa, se habían quedado profundamente dormidos.

Adriano buscó la ayuda de un vecino, de quien prestó una escalera para ingresar a la residencia. Este logró bajar hasta el patio y avanzar con su esposa hasta la casa.

Macabro. Abrieron la puerta, que no estaba llaveada, y al ingresar a la sala encontraron boca abajo a Amelia, bañada en sangre.

La escena fue muy impactante, dijo el fiscal de la causa, Juan de Rosa Ávalos, ya que al ser asistida la septuagenaria por sus familiares, verificaron que tenía una herida profunda en el cuello, en forma vertical, según médicos forenses. Era de 15 centímetros el corte que presentaba la afectada.

Los paramédicos que fueron convocados dijeron que no había forma de salvarle la vida, porque perdió mucha sangre y la herida era muy grave.

Los bomberos voluntarios también fueron convocados por los familiares de la fallecida.

MISTERIO. Lo primero que Ada y su esposo pensaron fue que delincuentes ingresaron a la residencia para robar a la pareja. Sin embargo, no reportaron la pérdida de ningún objeto de valor de la casa hasta el momento. La Policía, ayer, descartó que el crimen fuera con fines de robo.

Para la Policía se torna misterioso el caso ya que ninguna puerta ni el portón de la casa fueron violentados por los desconocidos, que fueron directamente a cometer el homicidio, señaló el comisario Lucio Figueredo, jefe de la Comisaría 6ª Metropolitana.

El agente en compañía de policías de Investigaciones y de Criminalística ingresaron a la escena del crimen y no hallaron el arma homicida.

Realizaron inspecciones para levantar huellas dactilares que eventualmente hayan dejado los asesinos.

Hasta ahora no tienen ningún sospechoso, tampoco hay elementos para sospechar de una empleada que trabaja con retiro en la casa, señaló el fiscal, quien informó que se incautó el celular de la víctima para realizar el cruce de llamadas que pueda ayudar a encaminar la investigación de la muerte de la mujer.