“Al legalizarse la marihuana en Uruguay bajo el supuesto control del Estado, lo que hará es consolidar la tendencia al aumento del consumo de esta y otras drogas y estimular la importación clandestina desde Paraguay, cuya hierba es de las mejores y barata”, dijo.
Rojas hizo un paralelo con el aceite argentino, que es de más calidad y más barato que el paraguayo, por lo cual “la gente lo prefiere y lo introduce de contrabando. Es exactamente lo mismo”, manifestó.
“La ley (de legalización) será la puerta de entrada para otras drogas prohibidas y más pesadas”, aseguró. Al criticar la decisión de las autoridades uruguayas remarcó que en materia de drogas “no se puede improvisar. No se puede probar qué va a pasar, porque se va a experimentar con la salud de la gente. La marihuana sigue siendo un gran desconocido. No hay datos científicos suficientes para dejarla circular libremente”, explicó. Rojas dijo sobre los tratados internacionales firmados en la materia por Uruguay que “obviamente la ley está en abierta oposición” a ellos.
Recordó que mientras en Uruguay entrará en vigencia la libertad para consumir marihuana, en Holanda “se está revisando todo sobre el turismo de consumo”.
“Estaba admitido el consumo hasta 14% de PHC (tetra-hidro-cannabinol) pero comenzó a florecer el crimen organizado para traficar marihuana con más de 24% de PHC, no permitido. Es marihuana transgénica y tiene el doble de efecto”, continuó.
Rojas dijo que “la criminalidad se adecua a las nuevas situaciones y sigue funcionando. Es sentido común”. Rojas recordó que la Secretaría Antidrogas promueve un centro de investigación para estudiar los efectos de la marihuana en todos los aspectos, cuyo primer informe saldrá en el 2015.