El mexicano Mauricio Maya Calderón, actualmente recluido en el penal de Tacumbú, procesado por presunto tráfico de efedrina, se queja de que no le permiten hacer una prueba clave para demostrar que es inocente. En su país, la revista Impacto ya se hizo eco del caso.
“Estoy preso hace once meses sin absolutamente una evidencia en mi contra. No se hizo prueba química”, alegó Maya Calderón. El mismo señaló que dicho test podría comprobar que las cuatro bolsas de almidón no contienen la citada sustancia.
El caso ahora está en el Tribunal de Apelación, justamente porque el juez Alcides Corbeta rechazó la prueba como anticipo probatorio.
Además de Maya Calderón, están procesadas otras tres personas: Tania Lequesne, Marcia Aranguren y Leticia Aranguren.
Remarcó que es un ingeniero civil que ejercía su profesión en su país, y que vino al Paraguay para invertir en carne. “Tuve un contrato con la empresa Fogasa, de Janelegh Bulh Lanzing y José Nauffal López, quienes me estafaron 265.000 dólares”, refirió.
Añadió que porque no tenía arraigo no podía hacer la demanda contra ellos, pero que le iba a dar un poder a su pareja, cuando fue detenido supuestamente por el caso de la efredina, desde el 3 de marzo del 2010. Dice que incluso pagó a dos abogados 9 mil dólares y nada hicieron.
Refiere que solicitaron la prueba química en Pharma Control, que el propio fiscal sugirió, pero fue negada.
“Todo esto es una gran mentira del fiscal (Francisco) De Vargas por ganar un bono de la Embajada de Estados Unidos, para ayudar a su buen amigo Cristian Lozano, compañero de estudios y ex marido de una de las imputadas. Además, claramente dijo que se estaba vengando porque soy mexicano, para que sintiera lo que le hicimos a Salvador Cabañas”, remarcó.
“La mentira se le cayó. Estoy suplicando, rogando que nos permitan hacer la prueba. Lo normal es que tienen que demostrar que uno es culpable, y acá se hace al revés. No nos han dejado”, aseguró el mexicano.