El líder de los democristianos (CDU) indicó que tendería la mano al Partido Socialdemócrata (SPD) del derrotado jefe de gobierno Olaf Scholz, con la esperanza de forjar una alianza de gobierno estable de los dos partidos tradicionales.
Tras los resultados, Merz calificó el auge del partido de ultraderecha Alternativa para Alemania (AfD), que quedó en segundo lugar, como “la última advertencia a los partidos políticos del centro democrático en Alemania”.
MOMENTO CRÍTICO. Merz, de 69 años, alertó sobre el peligro de parálisis en Berlín, en momentos que el presidente estadounidense Donald Trump trastorna el orden internacional, la economía alemana está en recesión y la sociedad está dividida.
Trump sorprendió a Europa y a Ucrania al iniciar conversaciones directas con Rusia sobre el conflicto ucraniano y expresar dudas sobre el futuro compromiso de Estados Unidos con la OTAN.
El magnate republicano ha repetido los argumentos rusos sobre la supuesta responsabilidad de Ucrania en el inicio de la guerra, avivando la preocupación en Europa ante la posibilidad de que acepte las condiciones de Moscú.
Merz aseguró el lunes que haría “todo lo posible” para mantener buenas relaciones con Washington, pero que estaba preparado para “el peor escenario posible”, al constatar que el gobierno de Trump está dando la espalda a Europa. El bloque conservador CDU/CSU se impuso con más del 28% de los votos en los comicios del domingo, por delante de AfD, de extrema derecha y antiinmigración, que alcanzó un récord de más de 20%.
En tercer y cuarto lugar quedaron los socialdemócratas y los Verdes.
Alice Weidel, líder de AfD, pidió el lunes a los demás partidos que abandonen el “cordón sanitario” contra su formación”. “No pueden excluir a millones de votantes. Es antidemocrático. El cordón sanitario debe desaparecer”, afirmó. AFP