Las noticias relacionadas con el Mercosur en los pasados meses de agosto y setiembre pueden confundir al más pintado. Se sabe que el Tratado de Asunción del 26 de marzo de 1991 y el Protocolo de Ouro Preto del 17 de diciembre de 1994 impiden decisiones unilaterales de sus países miembros en favor de tratados de libre comercio (TLC) con terceros países y/o con bloques económicos internacionales sin aprobación del Consejo del Mercosur. Sin embargo, y como es tradición de larga data, los tratados están para ser actualizados cuando los hechos se precipitan masivamente en países miembros, cuyas decisiones son tomadas individualmente en favor de acuerdos internacionales sin la aprobación del mismo, bien sabiendo que las normas vigentes en el Mercosur las vuelven legalmente hablando inviables.
TLC DE URUGUAY CON CHINA ROJA. La movida más llamativa es la decisión unilateral del Gobierno de Uruguay de iniciar sin demoras negociaciones de TLC con la China Continental. Aunque esto expresamente no está permitido y dicho paso inconsulto puede generar sanciones de la más alta autoridad del Mercosur, las decisiones punitivas de este, si fuesen a ser tomadas, requerirán tiempo. En el ínterin, bien puede ocurrir que las negociaciones de Uruguay con la China de Xi Jinping para entonces ya hayan llegado a formalizarse con la firma de los jefes de Estado de ambos países involucrados.
DECISIONES INCONSULTAS EN AUGE. Además, el ambiente dentro del Mercosur y en su entorno es propicio a este tipo de decisiones unilaterales. La diferencia ideológica entre sus países fundadores (Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay) no ha sido solamente una de las causas del fracaso relativo del Mercosur, como bien lo formula el ex presidente de Uruguay Lacalle Herrera en una de sus últimas publicaciones. Hoy en día la realidad en los mismos es tal que la discrepancia ideológica es aún mayor. La actual Argentina oficial, la del partido peronista, ha tomado claramente la senda de un exacerbado populismo de extrema izquierda, propenso a emular el camino ya tomado hace varios años por el dictador Nicolás Maduro en Venezuela. Algunos de los exponentes del Gobierno argentino de hoy en día son claros exponiendo su desiderátum de que Argentina, cuanto antes, llegue al estatus actual de Venezuela.
BRASIL PROPONE MODERNIZAR MERCOSUR. Por otro lado, el presidente del Brasil, en sus últimas apariciones públicas, ha declarado que el Mercosur se modernizará y que quien se oponga debe salir del mismo. Así lo ha reiterado también su ministro de Economía, Paulo Guedes, uno de sus más influyentes allegados. La decisión que al respecto tome Brasil será determinante. Por otro lado, Paraguay y Chile se encuentran asimismo en negociaciones de TLC entre sí. Y la pregunta clave aquí y ahora es “¿¡por qué no!?”.
ACTUALIZAR DOCUMENTOS OFICIALES. A mi criterio, los países de Mercosur deberían ir actualizando el Tratado de Asunción y el Protocolo de Ouro Preto a las actuales realidades, ya insoslayables. Por otro lado, ¿por qué no intentar igualmente negociaciones de TLC con Taiwán? En el caso paraguayo, la opción es claramente conveniente teniendo en cuenta que ya tiene un convenio de cooperación con Taiwán y que así, desde el punto de vista formal, es fácil ampliarlo a un TLC. Ciertamente, el saldo exportable de Paraguay para todo el mundo ha crecido considerablemente en las últimas décadas. No obstante, ese saldo es relativamente pequeño para la capacidad de absorción de la economía de Taiwán, una de las más destacadas del mundo en términos de calidad de vida, bienestar económico, modernidad y tecnología en su más amplia acepción.
VENTAJAS DE TLC CON TAIWÁN. Las ventajas de un TLC de Paraguay con Taiwán serán aún más obvias. A ciertos tecnócratas les fascina que Paraguay aumente aún más sus importaciones de la China Continental y que consiga asimismo lograr la exportación directa a la autocracia expansionista de Xi Jinping, no prevaleciendo en ese comercio exterior los valores occidentales de estado de derecho en democracia, con libertades de amplias y respeto a religiones y etnias. Pragmatismo mediante, a Paraguay le convendrá tanto o más un TLC con Taiwán, nuestro aliado de más de seis décadas, cuando se demuestre que nuestro país saldrá favorecido.
