Cansado de los maltratos que recibía constantemente él y su madre, un joven de 17 años esperó que su padrastro estuviera dormido para matarlo de cinco puñaladas en horas de la madrugada. Esto es según la confesión que hizo en la comisaría, donde se entregó luego de cometer el crimen.
El hecho ocurrió ayer, aproximadamente a las 4.00, en el interior de una vivienda ubicada en el asentamiento Manos Abiertas de la ciudad de J. Augusto Saldívar. El fallecido fue identificado como J.A.D.S. (36), mientras que el supuesto victimario es su hijastro, menor de 17 años.
EN LA COMISARÍA. El comisario Rubén Paredes, jefe de la comisaría local, mencionó que el propio joven, luego de cometer aparentemente el crimen, se dirigió hasta la sede policial, donde confesó su autoría en el hecho.
El jefe policial mencionó que el menor de edad explicó que tomó la decisión de asesinar a su padrastro debido a un problema de larga data, ya que desde hace un tiempo y de manera cotidiana su mamá y él sufrían los maltratos del hombre de la casa.
Cansado de esta situación, decidió cometer el crimen, ya que no encontraba otra solución y de no ser así su mamá nunca estaría a salvo de los maltratos del ahora fallecido, detalló ante los uniformados el autor confeso del homicidio.
Asimismo, el menor detalló que esperó a que su padrastro estuviera profundamente dormido para atacarlo con un cuchillo de cocina.
Según el reporte forense, la víctima acusó cinco puñaladas, dos de ellas a la altura del pecho y las otras tres en el costado izquierdo. Igualmente, la víctima trató de defenderse, y logró levantarse de su cama, pero unos metros después cayó muerto.
Posteriormente, el joven se trasladó hasta una plazoleta del lugar y quedó en el sitio por varios minutos, luego escondió en el espacio público el arma homicida y se entregó a las autoridades.
El joven reveló a los policías el lugar dónde estaba escondido el cuchillo, y el arma ya fue hallada en el mismo sitio, y ya fue levantada como evidencia en el caso.