25 abr. 2024

¡¡¡Meme mía!!!

Arnaldo Alegre

La tecnología es muchas cosas, menos inocente. Y cuando se somete a la política se vuelve directamente perversa. Su uso va del escandaloso robo de datos de millones de internautas para manipularlos en favor de un candidato, en específico a los memes, los cuales navegan entre la desestresante humorada de coyuntura y la difamación tendenciosa.

En Paraguay Marito elevó a los memes a la categoría de principal producto de consumo cotidiano, a la altura del tereré o la empanada con pancito. Para decirlo cortito y al pie: Marito está para el cachetazo diario y en cada momento de su gestión presidencial hace el mayor de sus esfuerzos para no perder este sitial.

Cartes, quien en otras aristas más serias del devenir nacional, como, digamos, el judicial, debería tener un tratamiento más contundente, para decirlo de una forma amable, ha salido hasta favorecido por la sátira memética.

El ex presidente tiene todas las de perder en la guerra viral. Su aspecto desaliñado, su discurso tosco, sus limitaciones intelectuales y la grosera exposición de su sospechada fortuna personal deberían volverle ser presa fácil de las burlas 2.0.

En cambio, Marito tendría todas las de ganar. Su aspecto de nene bueno, su fotogenia e, incluso, el ser descendiente de la falsa cara graciosa del tétrico gobierno en donde armó su riqueza familiar deberían jugarle a su favor. Pero no. Es todo lo contrario. (Mejor no hablar del discurso, que igual que el de Cartes es burdo y sin mayor contenido).

Entre el chupín de Cartes y el traje de Abdo hay algo que subleva el humor social. Nada más ni nada menos que el famoso caballero don Dinero.

Cuando la economía marcha bien y la sociedad consume su felicidad gastando a manos llenas hasta los mayores estúpidos resultan graciosos. Cuando la economía naufraga hasta el más inteligente –que no es este el caso, hay que aclarar– queda como un insufrible idiota, un pelmazo digno de una misa de cuerpo presente.

El humor social pasa por el estómago. Y los memes funcionan como alka seltzer para hacer más digerible la realidad.

Pero la profusión de memes, esa rapidez sospechosa en su elaboración y la viralización facilitada y avalada por medios tradicionales afines tornan más que dudosa la intencionalidad de estos mensajes. En síntesis, los memes son o se hacen.

No existen mayores indicios de que detrás de estos cuchillazos humorísticos replicantes esté alguna mano negra. Pero, por las dudas, no hay que descartar que la miserable política vernácula esté sobrecargando los errores del Gobierno. Claro está que Marito flaco favor se hace a sí mismo, pues con sus decisiones torpes es víctima propiciatoria del hasta más inocente de los desestabilizadores políticos profesionales.

El término meme –como lo sabrá cualquier avispado– procede del lugar menos esperado: la biología. Richard Dawkins planteó en 1976 que las ideas podían ser transmitidas de cerebro a cerebro por intermedio de las interacciones sociales y la replicación.

Basado en modelos epidemiológicos consideró las ideas como pequeñas porciones de información propaladas como virus. Y si hay un virus-idea que este Gobierno debe afrontar, es que es inoperante, indeciso, torpe y que puede que no acabe su mandato.

Más contenido de esta sección
Las ventas al público en los comercios pyme de Argentina cayeron un 25,5% interanual en febrero pasado, golpeadas por la pérdida de poder adquisitivo de los consumidores a causa de la elevadísima inflación, y acumulan un declive del 27% en el primer bimestre del año, según un informe sectorial difundido este domingo.
El mandatario decidió crear el fondo nacional de alimentación escolar esperando un apoyo total, pues quién se animaría a rechazar un plato de comida para el 100% de los niños escolarizados en el país durante todo el año.
Un gran alivio produjo en los usuarios la noticia de la rescisión del contrato con la empresa Parxin y que inmediatamente se iniciaría el proceso de término de la concesión del estacionamiento tarifado en la ciudad de Asunción. La suspensión no debe ser un elemento de distracción, que nos lleve a olvidar la vergonzosa improvisación con la que se administra la capital; así como tampoco el hecho de que la administración municipal carece de un plan para resolver el tránsito y para dar alternativas de movilidad para la ciudadanía.
Sin educación no habrá un Paraguay con desarrollo, bienestar e igualdad. Por esto, cuando se reclama y exige transparencia absoluta en la gestión de los recursos para la educación, como es el caso de los fondos que provienen de la compensación por la cesión de energía de Itaipú, se trata de una legítima preocupación. Después de más de una década los resultados de la administración del Fonacide son negativos, así como también resalta en esta línea la falta de confianza de la ciudadanía respecto a la gestión de los millonarios recursos.
En el Paraguay, pareciera que los tribunales de sentencia tienen prohibido absolver a los acusados, por lo menos en algunos casos mediáticos. Y, si acaso algunos jueces tienen la osadía de hacerlo, la misma Corte Suprema los manda al frezzer, sacándolos de los juicios más sonados.
Con la impunidad de siempre, de toda la vida, el senador colorado en situación de retiro, Kalé Galaverna dijo el otro día: “Si los políticos no conseguimos cargos para familiares o amigos, somos considerados inútiles. En mi vida política, he conseguido unos cinco mil a seis mil cargos en el Estado...”. El político había justificado así la cuestión del nepotismo, el tema del momento.