P ara pagar su promesa, Alicia Insfrán, de 56 años, vistió el traje típico de la mujer paraguaya. Ella sufría de artrosis (dolor de las articulaciones) y logró sanarse, según relató con los labios pintados de rojo. “Yo bailo danza paraguaya. Hace mucho no estaba más danzando. Me curé de la artrosis y entonces, como una promesa, vine vestida de paraguaya para darle la bienvenida de una forma especial”.
Ataviada con un typói y pollera blanca, posaba con su cántaro en brazos para dar la bienvenida al Santo Padre que pasó sobre la calle 25 de Mayo, cerca de la Nunciatura.
"Él admira a la mujer paraguaya. La hermosa mitakuña”, resaltó al tiempo de mostrar orgullosa sus prendas y su peineta dorada. Vestida con el traje tradicional aguardó desde la mañana el paso del Santo Padre.
Así como ella, vestida con el traje típico, Victoria viuda de Renfhelt, de 52 años, aguardó durante horas la llegada de Jorge Bergoglio. “El amor que tiene por el planeta es lo que más le llama la atención de la encíclica del Papa”, resaltó la señora emocionada.
FIESTA FAMILIAR. La previa de bienvenida del papa Francisco se convirtió en una fiesta de la familia tanto en la zona de la Nunciatura como en las inmediaciones de Ñu Guasu y otros puntos.
Los más pequeños también se sumaron a la fiesta. “Yo ya quiero verle al Papa”, insistió el pequeño Manuel Enrique Sobarzo, de cinco años, que hizo la vigilia junto a su familia cerca de la Nunciatura.
“Vine para verle al Papa. Yo quiero que a me bendiga”, dijo emocionada Clarise González, de tan solo cinco años que aguardó desde las 8.00 de la mañana en la zona de la Nunciatura acompañada de su madre Clarise Sarubbi, y sus hermanas Mónica y Daniela.
Sus 78 años no fueron un impedimento para que María Ignacia Cuenca llegue con su sillón plegable y su botella de agua para la vigilia. “Quiero la bendición”, expresó.
Por otra parte, las hermanas Nadia Romero y Eugenia Romero, de 19 años, aguardaron con mucho entusiasmo la bendición del papa Francisco. Ambas, formadas en el colegio católico Las Teresas, expresaron que la venida del Santo Padre es algo único.