“Sí, quiero” es una frase que se repite cada vez menos, porque a medida que pasan los años disminuye el número de parejas que se animan a firmar el libro de matrimonio. El último informe del Registro Civil refiere que el número de uniones civiles decrece en la sociedad paraguaya.
En menos de seis años se produjeron 5.985 bodas civiles menos. De 21.606 uniones en 2008 con 6.230.143 habitantes, hubo un bajón y se registraron 15.621 en 2013, pese a que la población aumentó a 6.783.374.
La directora del Departamento de Estadísticas Vitales, Elba Carreras, comenta que en donde más casamientos se dan aún son en Central, Alto Paraná y Asunción, pero también se nota el descenso de uniones civiles.
En Central, en el 2008, se casaron unas 2.806 parejas más que en 2013. En Asunción hace cinco años se producían casi mil matrimonios más (ver infografía).
En cuanto a los matrimonios, el departamento con más cantidad de uniones civiles es Central, con 28.092; le sigue capital con 16.612 y Alto Paraná con 13.417, en seis años.
Para casarse basta cumplir 18 años y comparecer en una oficina del Registro Civil en compañía de testigos mayores de edad y con las cédulas de identidad de cada uno en mano. En el caso de los menores de 14 hasta 15 años deben contar con el consentimiento de los padres y la venia de un juez. Sin olvidar el dinero. La boda civil cuesta G. 125.000 si no se realiza en forma privada. El costo cuando se celebra afuera es de G. 255.200.
¿Motivos? El director del Registro, José Cogliolo, no se quiere aventurar a responder por qué la gente se casa menos; sí argumenta que el matrimonio civil sirve para obtener beneficios, como en el caso de los empleados públicos y de empresas privadas que benefician a las parejas que se casan, por ejemplo, con los seguros.
Pero desde el punto de vista económico, el matrimonio adquiere otras aristas. José Ayala, oficial de la oficina de Registro Civil de Teniente Fariña, en Asunción, resalta que la gente se casa todavía, pero que la mayoría, el 90%, se casa con separación de bienes para evitar que las deudas de uno pasen a los dos contrayentes”.
En las redes sociales, la gente comenta que prefieren las uniones libres porque la boda es costosa. Otros no se casan por falta de amor, porque la gente ya no se tolera como antes y el divorcio es costoso.