Miles de manifestantes prodemocracia marcharon este domingo en Hong Kong por décimo fin de semana consecutivo, desafiando una vez más a la policía, que respondió con gases lacrimógenos.
Los activistas protestaron toda la tarde y el comienzo de la noche en diferentes partes de la ciudad que vive su mayor crisis política desde que fuera devuelta por Londres a Pekín en 1997.
En el distrito obrero de Sham Shui Po, donde se prohibieron todas las manifestaciones, miles de personas, muchas vestidas de negro, levantaron barricadas y bloquearon las carreteras cerca de una estación de policía.
Poco después, comenzaron las refriegas entre los manifestantes, que arrojaban ladrillos y piedras, y la policía que respondió con gases lacrimógenos.
En tanto, la economía en Hong Kong empieza a resentirse seriamente a causa de la ola de protestas. Las cifras económicas no son buenas. En julio, bajaron el número de visitantes y la tasa de ocupación hotelera, y cayeron hasta un 50% las reservas de visitas en grupos. Por su parte, China pidió a Reino Unido cesar sus “injerencias” en Hong Kong, después de que el ministro británico de Relaciones Exteriores llamara a la jefa del gobierno local para expresar su preocupación sobre las manifestaciones. AFP