Más de 3.000 campesinos están con procesos abiertos en los últimos tiempos por diversos ilícitos relacionados con la lucha campesina. De esta cantidad alrededor 600 son los casos más recientes y el resto corresponde a los años de la administración de Nicanor Duarte Frutos, época en que la criminalización de la lucha por la reforma agraria alcanzó su punto máximo.
En los últimos meses y con el nuevo levantamiento de las comisiones vecinales, en su mayoría en el norte del país entre los departamentos de Concepción y San Pedro, las cifras fueron sumando. En la semana pasada el apresamiento de 35 campesinos en Lima y Capiibary incluyendo un concejal, reavivó la ola de procesamientos.
También en la zona de Alto Paraná e Itapúa hubo varios desalojos con apresamientos. Si bien los campesinos recuperan después su libertad, quedan procesados y con antecedentes lo que les limita en muchos aspectos.
A las organizaciones campesinas como la Mesa Coordinadora Nacional de Organizaciones Campesinas (Mcnoc) y la Federación Nacional Campesina (FNC) se les suma ahora un nuevo protagonista. Se trata de la Organización de Lucha por la Tierra (OLT) que forma parte del Frente Patriótico Popular junto a otras organizaciones. Los últimos apresados en Capiibary corresponden a este grupo organizado y por cuya libertad realizan desde hoy una gran movilización.
Si bien los delitos por los cuales se les imputa son variados, la mayoría es por invasión de inmueble ajeno, perturbación de la paz pública (cierre de ruta), resistencia a los mandatos de la ley y asociación ilícita para delinquir (ocupaciones o abigeato).
“Muchos de los compañeros no pueden siquiera viajar en colectivo porque en algunos casos los procesos culminaron, recibieron su libertad, pero los expedientes no se finiquitan en la Policía donde quedan registrados y por tanto en cualquier barrera vuelven a ser apresados”, explicó Alberto Areco, líder de la FNC, que también soporta varios procesos, “ya ni siquiera se cuántos son”, dice en tono de burla.
El líder campesino también puso el ejemplo de la colonia Fassardi, en Guairá, donde el entonces ministro de Agricultura Antonio Ibáñez (ANR) fue testigo de cómo la fumigación de un sojal afectaba a la comunidad vecina, pero los procesados fueron los campesinos y no los productores que estaban cometiendo el ilícito. Los labriegos siguen hasta hoy soportando ese proceso a tres años de la legalización de la colonia, “por eso es que hay muchos compañeros imputados por cualquier delito”, justificó Areco.
MÁS PROCESOS. Otro de los casos llamativos de judicialización es el caso de Eladio Flecha, conocido líder primero de la FNC y ahora del Movimiento Paraguay Pyahura que soporta 22 procesos, al igual que los otros integrantes de la organización campesina como Odilón Espínola y Marcial Gómez.