Los principales referentes de la ANR, Mario Abdo Benítez y Horacio Cartes, cumplieron con el ritual de votación de las internas coloradas.
Un solitario jefe de Estado llegó hasta la seccional 5 de la Capital para cumplir con el sufragio. Estuvo bien escoltado por los guardias militares del Escolta Presidencial y no quiso hacer ningún tipo de declaración ante los medios.
Esta vez no estuvo acompañado de los principales dirigentes colorados como en otras ocasiones o las internas del 2017, cuando salió victorioso. Tras emitir su voto, se retiró raudamente del lugar y luego se dirigió hasta la residencia presidencial, donde permaneció encerrado durante toda la jornada.
Tras conocerse el resultado electoral de las internas y el fracaso de su candidato en Asunción, Daniel Centurión, Mario Abdo destacó el proceso electoral y el fortalecimiento del proceso democrático.
“Felicito al pueblo paraguayo y a los participantes de todos los partidos políticos en las elecciones internas de hoy. La democracia se fortalece con la participación de los ciudadanos”, posteó en su cuenta oficial de Twitter.
ESCOLTADO Y EN SILENCIO. Por su parte, el líder de Honor Colorado llegó hasta el local del colegio Milciades Piñeiro, acompañado del senador Antonio Barrios y varios guardias. Cumplió con su deber electoral, pero evitó hablar con los presentes.
Un grupo de electores que se encontraban en el sitio le recibieron con aplausos y a los gritos de “fuerza, líder”.
Cartes optó por el silencio. Los periodistas acreditados en el lugar intentaron obtener algunas declaraciones, pero no hubo ninguna posibilidad de que responda a consultas.
Los guardias impidieron un acercamiento al ex presidente y Barrios dio la cara ante los medios indicando que no tenía intenciones de dar declaraciones. El sector de Cartes busca reposicionarse en las internas municipales y luego en las generales de octubre para marcar su posición con miras a las presidenciales de 2023. En tanto que Abdo se distanció de su equipo que lo apuntaló para la presidencia a través de Colorado Añetete, donde hubo desbande.