28 mar. 2024

Marito olvidó el “caiga quien caiga” y no baja el pulgar a colaboradores

El presidente de la República se resiste a cambiar a sus hombres de confianza, pese al escrache social y el enojo de su equipo político. Se agota su tiempo y se aguardan señales en Palacio.

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Foto: Archivo ÚH.

Mario Abdo Benítez completa esta semana su segundo año de mandato condicionado a un pacto político con el cartismo y embretado para hacer cambios en su Gabinete. No supo capitalizar un liderazgo fuerte ni en su propio movimiento Añetete, donde empiezan las fugas y disgustos.

Se agota el tiempo, pero el mandatario se resiste a hacer movidas de sus colaboradores, pese a que desgastan la imagen presidencial, que recibe varios cuestionamientos por su capacidad de manejar la crisis de la pandemia y fortalecer el sistema de salud, que está llegando a su tope con la cantidad de camas de terapia intensivas ocupadas a nivel país y los fallecimientos.

Sus aliados no ocultan su enojo como el senador Enrique Bacchetta, quien pidió un golpe de timón y cambios de ministros para limpiar la imagen del Gobierno.

Su ministro de Agricultura, Rodolfo Friedmann, está en el ojo de la tormenta tras denuncias periodísticas que revelan un esquema montado para apropiarse de las licitaciones de almuerzo escolar cuando ocupaba el cargo de gobernador de Guairá. El entorno presidencial analizó el impacto y de cómo golpea a la gestión presidencial. “No va a aguantar”, confiesan los abdistas por Friedmann y solo esperan que Abdo baje el pulgar para alivianar la carga.

Mario Abdo ratificó su pleno respaldo a la gestión de Eduardo Petta (Educación), pese al voto de censura que recibió del pleno del Senado y del rechazo de la parte de la comunidad educativa (estudiantes y gremios docentes). El mandatario hace oídos sordos al pedido ciudadano y a los consejos de sus colaboradores políticos.

Otro que tiene manejo poco claro, pero sigue en el cargo es el titular la Dirección de Puertos, Ramón Retamozo, quien fue denunciado por una serie de irregularidades y es investigado por la Fiscalía. Este llegó al cargo de la mano del diputado Miguel Cuevas, recluido en la Agrupación Especializada de la Policía.

CAIGA QUIEN CAIGA. En el primer año de gestión, Mario Abdo alardeaba de que su Gobierno no apañaría casos de corrupción y aplicaría el famoso “caiga quien caiga”. Hoy se excusa y afirma que él no es la justicia y que hay que dejar que las instituciones funcionen.

Bajo el ritmo de la justicia, el Ministerio Público no avanza con sus investigaciones como en el caso de las escandalosas compras frustradas de insumos chinos por parte del Ministerio de Salud y las sospechas de padrinazgo político para ganar licitaciones públicas en esta pandemia.

El Ejecutivo se lavó las manos y no hubo movidas significativas en Salud, que sigue bajo el escrutinio público en medio de la preocupación por falta de camas de terapia intensiva y equipamiento en los hospitales a nivel país.

Otro colaborador que recibió el escrache social es el titular de la ANDE, Luis Villordo, por la serie de sobrefacturaciones en plena pandemia. Esta semana se definirá si el Congreso decide anular las todas las facturas para subsanar la irregularidad mientras que el Ejecutivo busca desactivar y ganar esta pulseada política.

El pacto con el cartismo no aplaca las críticas
Mario Abdo Benítez y Horacio Cartes (líder de Honor Colorado) cerraron acuerdos dentro de la Operación Cicatriz, que pretende encaminar y sostener su gobernabilidad en el segundo año de mandato. Sin embargo, los cuestionamientos y la presión a la gestión presidencial no bajan de tono.
El impasse que hubo entre el ministro de Hacienda, Benigno López, y el ministro de Obras Públicas, Arnoldo Wiens, por la nota donde se solicitaba suspender obras que no tienen financiamiento fue cuestionado por referentes del cartismo.
Santiago Peña fue el vocero de este sector de la ANR para marcar postura y señalar que es momento de parar la pelota y no contraer nuevas deudas. Esto, en momento clave para Mario Abdo y su equipo, que están urgiendo la aprobación de un nuevo préstamo de USD 350 millones dentro del plan de reactivación económica. Sus aliados claves le están dando la espalda.
En tanto las movidas que se dieron en la Junta de Gobierno para posicionar nuevos dirigentes, entre ellos José Alberto Alderete, es considerada muy testimonial y que no hay señales claras de apoyo. Los gobernadores cartistas indicaron que de nada sirve un acuerdo partidario si el presidente de la República no acompaña con gestión y respalda inyectando recursos para hacer frente a la crisis que está apurando a nivel de los gobiernos departamentales y locales.

A DOS AÑOS DE GOBIERNO