El mandatario fue abordado por los periodistas uruguayos al término de la ceremonia de rehabilitación de un antiguo edificio, propiedad del Estado paraguayo, donde funcionaba la Embajada paraguaya, pero que se hacía 11 años se hallaba cerrado. En el acto participaron su homólogo uruguayo, Luis Lacalle Pou, y numerosas autoridades.
“No creo que se trate de una interferencia al proceso electoral. Estados Unidos tiene su política migratoria, tiene una ley que fue promulgada hace pocos años, que le obliga a tomar este tipo decisiones en la lucha contra la corrupción”, respondió el presidente, consultado sobre los políticos paraguayos y otros señalados como corruptos por el Departamento de Estado de los EEUU y a los que no se les proveerá visa para ingresar al país norteamericano.
“Son medidas migratorias unilaterales que toma el Gobierno de los Estados Unidos, y nosotros respetamos. Esas son responsabilidades personales que no hacen a la calificación de la gestión de un gobierno”, deslindó Mario Abdo Benítez.
El jefe de Estado presidió ayer en la capital uruguaya la ceremonia de rehabilitación de la sede de la Embajada del Paraguay en Uruguay, un edificio cuya construcción data del año 1928, y que es un patrimonio histórico y cultural. La Embajada venía funcionando en los últimos años en un edificio cuyo alquiler representaba una erogación mensual de más de 7 mil dólares, según fuentes oficiales. El edificio recuperado, tras 11 años de abandono, está ubicado en el Bulevar Artigas, una de las principales arterias de Montevideo.
La sede rehabilitada cuenta con un salón de gala revestido con telares de ñandutí inspirado en la visión y gestión de la primera dama, Silvana Abdo, en cuanto a la protección y revalorización del patrimonio cultural, para lo cual creó la Escuela de Salvaguarda de Técnicas Ancestrales de Artesanía.
Abdo Benítez destacó a los periodistas que Paraguay aprobó recientemente la prueba del Grupo de Acción Financiera de Latinoamérica (Gafilat) y el que haya elevado la perspectiva económica de estable a positiva, como reconocimiento del esfuerzo que está haciendo el Gobierno para fortalecer la institucionalidad y luchar contra el crimen organizado transnacional.
Sobre el caso Sebastián Marset, el presidente aseguró que en su gobierno “se tumbó” a la estructura criminal montada por este narco uruguayo.