“La marea verde es una revolución feminista en movimiento y es intergeneracional. Hay una experiencia de transversalidad, de articulación con sindicatos, movimientos sociales, de derechos humanos. No es una moda, hay una historia”, dice María Florencia Alcaraz, autora del libro “¡Qué sea ley!”, sobre la lucha por la legalización del aborto en Argentina.
A dos años de quedar trunco en el Senado el primer proyecto de interrupción voluntaria del embarazo (IVE) tratado por el Congreso, otra iniciativa volvió al recinto, esta vez con la firma del presidente Alberto Fernández.
Aprobada en la Cámara de Diputados, será el Senado el que defina el 29 de diciembre el destino de la ley, aún incierto por un escenario prácticamente de empate.
“2018 marcó la salida del closet del tema del aborto que había sido tabú durante tanto tiempo para la sociedad argentina. Este 2020, con la despenalización social, es la oportunidad para garantizar los derechos”, asegura Alcaraz, fundadora de Latfem, un medio de comunicación feminista.
Mila Mondello fue una entre miles de pibas que manifestaron los 10 y 11 de diciembre pasados frente al Parlamento cuando los diputados aprobaron el proyecto.
“El aborto es una situación que puede estar atravesando una compañera al lado tuyo y eso te da empatía y te decís: ¡Loco! el sistema legislativo está hablando sobre mí, de situaciones que puedo llegar a vivir. Si discuten si una chica de 14 a 16 años necesita el permiso explícito de 400 adultos para hacerse un aborto, me toca directamente”, lanza. AFP