Es una fruta con una gran concentración de azúcar, punto que debe ser tenido en cuenta por los diabéticos. “Los adultos que no sufren patologías en forma diferenciada pueden consumir el mango sin problemas como una fruta dentro de las tres piezas recomendadas por día. Tiene la fructosa que es el azúcar propio de la fruta y en mucha cantidad, por ello los diabéticos pueden consumir una pieza pequeña por día, no tres o cuatro”, aclara.
“Debe ser consumido como una manzana o una pera porque la cantidad que consume el paraguayo ya es contraindicada, es excesiva, no se mide y puede traer sus consecuencias”, indica la profesional. El uso del mango, sea cual fuere, es variado. Se puede aprovechar la fruta haciendo dulces, licuados, mermeladas, flanes, batidos e incluirlo en ensaladas, además de todo lo que se puede hacer con la técnica culinaria. Ojo con que “todo exceso engorda y siempre es importante ingerirlo en forma natural y al instante”.