Este ex capitán del ejército mantiene un apoyo popular entre el electorado más conservador, que antepone valores en torno a la familia y Dios y repudia a la izquierda brasileña, a la que asocia a la corrupción y al comunismo. A menos de un mes de las elecciones, Bolsonaro tiene 32% de las intenciones de voto, detrás del ex presidente Lula da Silva (45%), según la última encuesta del Instituto Datafolha. Primero tenemos que deconstruir, deshacer muchas cosas, advirtió Bolsonaro tras llegar al poder en enero de 2019 con un discurso contra la corrupción que había sacudido los anteriores gobierno de izquierda.
El Ministerio de Cultura fue abolido y la educación fue una de las áreas con mayores sobresaltos, con recortes presupuestarios y cuatro ministros. Este nostálgico de la dictadura militar dijo que durante los gobiernos anteriores de izquierda la educación se convirtió en una fábrica de militantes. AFP