Liderados por Mafalda, nueve personajes de cómic argentino comenzaron a saltar de las viñetas a las calles porteñas a través de las esculturas del Paseo de la Historieta, un proyecto de Buenos Aires para reivindicar el país como un “exportador de humor”, según el dibujante Manuel García Ferré.
A la luz de otras capitales que cimentaron parte de su imagen internacional gracias a sus personajes de cómic, como Bruselas con Tintín, Buenos Aires alimenta este recorrido que tendrá diez esculturas, partiendo de la talla de Mafalda, el personaje de Quino, instalada en 2009.
“El éxito de la escultura de Mafalda, colocada en el marco del festejo del Bicentenario de la Independencia argentina, nos llevó a pensar que tenemos muchos personajes muy reconocidos y que valía la pena hacer un paseo”, declaró Paula Uhalde, coordinadora del Área de Construcción Ciudadana de Buenos Aires.
La escultura de la niña despierta e irreverente creada por Quino, situada en el barrio porteño de San Telmo, es una de las más fotografiadas de la ciudad, lo que llevó a plantear el proyecto entre el emplazamiento de la pequeña y el recientemente creado Museo del Humor, en Puerto Madero.
Mafalda y el pícaro Isidoro Cañones, personaje creado por el argentino Dante Quinterno y ubicado el pasado 20 de julio en la misma calle, abren un recorrido que continuará en las próximas semanas con Largirucho, obra de Manuel García Ferré, dibujante español establecido en Argentina.
A ellos se unirán sucesivamente Matías, de Fernando Sendra; Don Fulgencio, de Lino Palacio; Gaturro, de Cristian Dzwonik Nik; las Chicas Divito, de Guillermo Divito; el ‘Loco’ Chávez, de Carlos Trillo y Horacio Altuna; Clemente, de Carlos Loiseau Caloi; y el indio Patoruzú, de Dante Quinterno.
“Sentimos que estos personajes reflejan los valores y la idiosincrasia del pueblo argentino”, manifestó Uhalde, que detalló que la elección de los personajes se hizo con asesores del Museo del Humor. EFE