“A través de posiciones injerencistas”, ambas instancias “pretenden interferir en los procesos que adelanta el sistema de justicia venezolano”, reflejando así un “inaudito sesgo”, apuntó la Cancillería en un comunicado.
El alto representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, Josep Borrell, condenó el sábado pasado a Venezuela por levantar fueros a cuatro diputados opositores, alegando que se trataba de una grave violación de la Constitución.
Por su parte, Bachelet pidió el pasado miércoles al Gobierno y oposición venezolanos que reanuden las negociaciones para encontrar una solución a la crisis en el país petrolero, con una inflación estimada de unos 200.000% por el FMI para el cierre de 2019.
Ante el Consejo de Derechos Humanos en Ginebra, la diplomática describió una preocupante fotografía de Venezuela, enumerando diferentes actos de violencia e intimidación, la desnutrición infantil o los actos de milicias armadas y las ejecuciones extrajudiciales.
El Gobierno socialista acusó a la ex presidenta chilena de “mentir”, tras presentar en julio un informe que denuncia supuestas ejecuciones extrajudiciales cometidas por cuerpos de seguridad del Estado venezolano.
“Venezuela insta” a Borrell y Bachelet “a ocuparse por sucesos graves que ocurren en la región”, expuso la Cancillería, recordando la “judicialización política” del ex mandatario boliviano Evo Morales, aliado de Maduro, con orden de detención en su contra del Gobierno transitorio de su país. AFP