Dawnee Giammittorio, una militante contra las armas de fuego cuya vida dio un vuelco tras el asesinato de su cuñada, recorre la localidad de Sterling con un manojo de octavillas bajo el brazo y la esperanza de cambiar la composición del Congreso de EEUU en las próximas elecciones.
En Sterling, localidad residencial del estado de Virginia, un distrito conservador pero donde el voto demócrata crece a medida que cambia la población, el tema de la violencia por las armas de fuego toma una dimensión especial, ya que la poderosa Asociación Nacional del Rifle (NRA) tiene aquí su sede.
La asociación a la cual pertenece Dawnee “Moms demand action” (Las madres exigen acciones) se reúne los fines de semana y realizan un recorrido en parejas puerta a puerta con el fin de hablar con los electores para que la indignación provocada por los tiroteos que frecuentemente enlutan al país se traduzca en cambios.
En Estados Unidos, donde las armas de fuego matan a 90 personas cada día, este escenario se repite una y otra vez. De estas muertes, dos tercios son suicidios. “Si queremos que el Congreso haga algo, tenemos que cambiar a la gente“, dijo Giammittorio en la recta final para las elecciones legislativas del 6 de noviembre.
“Tenemos leyes de armas que son ineficaces“, argumentó esta mujer de 56 años, que como muchas otras activistas identificadas por esta causa usan una camiseta roja como insignia.
Giammittorio apoya la campaña de Jennifer Wexton, una demócrata que desafía a la actual representante republicana Barbara Comstock, una legisladora a quien la NRA dio la máxima nota posible, según su comportamiento en las votaciones de la cámara.
“Jennifer Wexton definitivamente ayudaría a cambiar el equilibrio de la Cámara“, explicó Giammittorio, cuya organización apoya a 3.000 candidatos que aprueban restricciones de sentido común a las armas.
Giammittotio quiere prohibir los fusiles de asalto así como reforzar los controles de antecedentes judiciales y siquiátricos para quienes compren armas.
Comstock es criticada en una publicidad por Gabby Giffords, una ex congresista gravemente herida en un tiroteo en 2011. “Tiroteo tras tiroteo Barbara Comstock ha fracasado. Ella ha recibido miles (de dólares) de la NRA“, la acusa Giffords en un anuncio difundido en la televisión.
El principal grupo de presión a favor de las armas ha invertido cerca de 140.000 dólares en las campañas de Comstock desde su elección para el Congreso en 2014, según los datos de centro de análisis Center for Responsive Politics.
Su rival, en cambio, recibe el apoyo de la organización a favor del control de armas “Everytown for Gun Safety“, financiada por el multimillonario ex alcalde de Nueva York Michael Bloomberg. Esta organización tiene previsto gastar 20 millones de dólares en candidatos favorables a las restricciones. AFP