Ante un hecho como este, resalta la organización, la ciudadanía no puede menos que perder la fe en este sistema democrático.
La relación de Amílcar Fretes –hijo del presidente de máxima instancia judicial–; y los indicios, hoy públicos, que lo involucrarían fuertemente con un caso que podría tratarse de soborno a cambio de evitar la extradición de una persona buscada a nivel internacional, no puede ser pasado por alto. Menos aún, por tratarse de alguien relacionado con graves crímenes de narcotráfico y terrorismo.
“El Estado paraguayo no puede seguir guardando silencio ante lo que podría ser otro de los mayores escándalos de quebrantamiento de la independencia judicial”.
El descrédito del combate contra el crimen organizado se alimenta de la debilidad institucional y se evidencia en la incapacidad para hacer valer el Estado de derecho, resalta.
“La República hoy exige otro tipo de condenas. Exige condenas ejemplares contra la impunidad, pero necesita también políticas públicas de prevención que condenen y erradiquen de una vez por todas estas nefastas prácticas que socavan las bases de la democracia”.
Los discursos políticos vacíos de compromisos fuertes no hacen más que reforzar “los lazos perennes entre corruptos que copan los espacios públicos en detrimento de la patria”, lamenta.
Mientras desde los tres poderes del Estado, de forma conjunta y coordinada, no se dé una respuesta eficaz y contundente de prevención, sanción y un mensaje claro contra la impunidad, seguiremos avanzando hacia un Estado fallido, incapaz de transformarse.
El Estado no puede guardar silencio ante otro escándalo de quebrantamiento de la independencia judicial.
Mientras no se dé un mensaje claro contra la impunidad, seguiremos avanzando hacia un Estado fallido.
Semillas por la Democracia.