La gran cantidad de personas que transitaban por la concurrida avenida Mariscal López, frente al campus de la Universidad Nacional, en San Lorenzo, se sorprendió al ver a cientos de estudiantes sentados en pupitres instalados en plena calzada, dando clases a la intemperie.
Era una de las muchas formas de protesta que adoptaron los alumnos de la Facultad de Ingeniería de la UNA, en la larga lucha que sostienen contra las irregularidades detectadas en el manejo de su unidad académica.
Tras alcanzar un paro casi completo de actividades, exigiendo la renuncia del decano Éver Cabrera, a quien acusan de manejos irregulares como directivo del Instituto Nacional de Tecnología y Normalización (INTN), los estudiantes lograron llamar la atención de las autoridades del Ministerio de Educación y de los legisladores en el Congreso, que finalmente decidieron tomar intervención en el conflicto.
apoyo. La lucha de los alumnos de la Fiuna es una consecuencia directa de la gran movilización estudiantil que se inició en setiembre de 2015, conocida como #UNAnotecalles, y que involucró al sector estudiantil y docente de la gran mayoría de las facultades.
La revuelta se produjo tras una serie de publicaciones investigativas de Última Hora acerca de un esquema de corrupción dirigido por el entonces rector de la UNA, Froilán Peralta, quien debió renunciar y ser procesado, junto a diversos otros involucrados.
El apoyo de los padres de familia de los alumnos resultó clave para dar mayor fuerza a la lucha en la Fiuna. Por ser un ejemplo “en busca de erradicar la corrupción y democratizar la universidad”, fueron seleccionados por los periodistas de ÚH como protagonistas destacados del año.