23 dic. 2025

Los del EPP beben, cantan y queman tractores en estancia

Por Justiniano Riveros

A merced de ellos.  Los hombres del EPP siguen haciendo de las suyas en el Norte del país.

A merced de ellos. Los hombres del EPP siguen haciendo de las suyas en el Norte del país.

ESTANCIA ORO VERDE - HORQUETA

Al menos ocho hombres armados y a cara descubierta irrumpieron, cerca de las 16.00 del jueves último, en el casco central de la estancia Oro Verde, en la zona de Horqueta, Departamento de Concepción, en el momento en que se estaba preparando un cumpleaños infantil, y sin ser invitados, se integraron a la fiesta, una vez que redujeron a los peones, unos quince, a quienes despojaron de sus celulares. Seguidamente, los extraños mandaron faenar una oveja, que comieron asada, bebieron bebidas alcohólicas del dueño de la estancia que estaban en la heladera y ya apintonados, improvisaron un trío que cantó a capella varias polcas.

Lo que en principio podría parecer hasta una visita “amistosa” de los miembros del Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP) a la estancia, sin embargo, tuvo el mismo carácter criminal de las anteriores incursiones a establecimientos productivos, ya que, además de brindar y cantar, destecharon la casa del propietario, el holandés Tjeedr Jelle Twinstra, y robaron varias armas, quemaron tractores y vehículos y se retiraron como a las 22.00, indicándoles que debían faenar ganado vacuno y entregar la carne a las familias de campesinos de los asentamientos cercanos.

El nuevo ataque del EPP es el que mayor daño económico ha causado a los estancieros hasta la fecha. La propiedad está ubicada a unos 75 kilómetros de Concepción, no lejos de los asentamientos campesinos de Arroyito.

Según testimonios del administrador, Óscar Ayala, los delincuentes llevaron seis armas (dos escopetas, un rifle, dos revólveres calibre 38, otra de calibre desconocida y un revólver 22) y cientos de proyectiles. “Por el techo ingresaron y sacaron con piola las armas, mientras hacían guardia por nosotros con armas largas”, destacó.

Agregó que quemaron cuatro tractores (uno supernuevo), un camión Isuzu, un tanque de gasoil de 2.500 litros, dos picadoras de caña dulce, un depósito de sal y la vivienda del dueño de la estancia con todas sus pertenencias. “Me dijeron que su intención es quemar las máquinas y las viviendas, pero nos indicó que las cosas de los pobres no iban a ser destruidas”, señaló Ayala.

Los asaltantes dejaron como mensaje el pedido de faenamiento de veinte vacunos, cuya carne debe ser distribuida a pobladores de Arroyito y Calle 9, que son comunidades vecinas al establecimiento.

“No me dieron plazo para la entrega de carne, pero me dijeron que si eso no hace el patrón, nosotros pagaremos la consecuencia”, dijo.

Ayala mencionó que el trato de los soldados fue pacífico y que incluso participaron de un cumpleaños infantil. “Pidieron al capataz el faenamiento de una oveja, cuya carne comieron asada”, destacó.

También los desconocidos consumieron bebidas alcohólicas de la heladera del patrón y al despedirse, tres de ellos improvisaron un trío y cantaron tres polcas. “Se despidieron con tres polcas como a las 22.00”, remarcó.

La denuncia recién la hicieron a la madrugada y, ayer temprano, una comitiva de la Fuerza de Tarea Conjunta llegó al lugar para levantar los datos; luego se retiró.