Zonas enteras de Asunción, así como barrios del Departamento Central vienen padeciendo desde hace meses la falta de agua. Este es el caso de los pobladores de la ciudad de Mariano Roque Alonso, quienes ante la falta de respuesta se vieron obligados a tomar medidas extremas. Estos vecinos decidieron hacer cierres de rutas en repetidas ocasiones dado que la Empresa de Servicios Sanitarios del Paraguay (Essap) les deja sin el vital líquido durante gran parte del día, debido a la construcción de la planta de tratamiento.
Los vecinos se quejan de que a sus viviendas solamente llega agua en horas de la noche, y cuando llega por lo general presenta un aspecto turbio.
Prácticamente el mismo esquema se repite con otra de las instituciones del Estado: la ANDE, que debe proveer energía eléctrica a los paraguayos. Sin embargo son bien conocidos los nefastos cortes de luz que afectan prácticamente a todo el territorio del país. A pesar de que el Paraguay cuenta con abundante energía producida por dos represas binacionales: Itaipú y Yacyretá, y otras represas como Acaray e Yguazú, gran parte de la población sufre los continuos cortes del servicio.
Sufrir horas y horas sin servicio de energía eléctrica bajo elevadas temperaturas es un verdadero suplicio, además de que perjudica el funcionamiento laboral y productivo de todo el país. Tener energía de sobra y no poder hacer uso de ella es sinónimo de fracaso. En el país de las represas hidroeléctricas se llega incluso al absurdo de la abundancia de ofertas de generadores eléctricos para el uso doméstico.
La deficiencia en la provisión de ambos servicios básicos, agua y luz, son motivo de gran molestia permanente para los usuarios, precisamente en un año en el que se están batiendo récords por las elevadas temperaturas.
Es bien sabido que esta es una situación que se arrastra desde hace varias décadas. Con cada crisis nos vemos obligados a escuchar año tras año, gobierno tras gobierno, las mismas explicaciones técnicas: estructura obsoleta y falta de inversión. Pero estas excusas ya no convencen.
El Gobierno debe poner más esfuerzo en encontrar las soluciones a los problemas.
La ciudadanía está harta de escuchar a los titulares de Essap y Ande decir que la falta de agua o los cortes de energía eléctrica se deben a las décadas de falta de inversión. Por eso, precisamente deben dejar de promover el prebendarismo y convertirse en un refugio privilegiado para los amigos y correligionarios que reciben salarios inmerecidos por trabajos que no se cumplen. Hablan repetidamente de décadas de falta de inversión, sin embargo eso no ha evitado que las entidades llenen sus nóminas de operadores políticos.
Alguna vez deben comenzar a trabajar en serio para dar servicios de calidad a los paraguayos, quienes después de todo los mantienen con sus votos y sus impuestos. Las autoridades deben respetar el derecho de la ciudadanía a tener una mejor calidad de vida.