16 sept. 2025

Los Cano niegan participación en asalto a camión de caudales

Por Javier Núñez Ferreira

CAAGUAZÚ

Dos sobrinos del conocido expolicía y asaltante Francisco Teodoro Cano, identificados como Carlos Alberto y Juan Alberto Cano, grabaron un video desde la clandestinidad, en el que se declaran inocentes de varios hechos de asalto. Dicen que, como se los conoce, señalan que la Policía los culpa de cualquier hecho de robo que se registra.

Ambos agregan que son inocentes y que poseen antecedentes por varios delitos, además de una orden de captura por los asaltos ocurridos en Yrybucuá y Juan Manuel Frutos, en perjuicio de la empresa Guardián SA, transportadora de caudales.

Los dos, que fueron procesados hace unos años por el caso de asalto a dos empleados de Prosegur en el 2001, indicaron que tienen testigos que pueden declarar que ellos se encontraban a 50 kilómetros de J. Eulogio Estigarribia, en la chacra, el día en que se cometió el asalto. Juan Alberto, incluso, dijo que policías en una patrullera le vieron cuando estaba en el velorio de un familiar, y no le detuvieron.

Consultados sobre si se presentarían a declarar para des- lindar responsabilidades de su participación en los atracos, respondieron que lo harán dentro de un año.

Agregaron que su abogado les recomendó presentarse a declarar, pero ellos dijeron que por falta de recursos financieros no pueden hacerlo. Señalaron que cuando todo esté más calmado y tengan dinero para su defensa, y poder trasladar a testigos a la Fiscalía y al Juzgado, se presentarán a declarar.

RECUSADO. El fiscal Alfredo Mieres se apartó del caso. En principio investigó el caso de asalto del móvil transportador de caudales de la empresa Guardián, ocurrido el 30 de abril, y del que se sustrajeron más de 3.500 millones de guaraníes en Juan Manuel Frutos.

En principio fue recusado, posteriormente reconfirmado por la Fiscalía General para continuar investigando, pero luego, por decisión y pedido del propio Mieres, el caso fue trasladado a la fiscala Rosa Talavera, de Caaguazú.

Existen varias presuntas anomalías que Mieres detectó en el caso. Una de ellas, y que resulta llamativa, es que el sistema de rastreo satelital del móvil que fue asaltado en Pastoreo, dejó de funcionar tres días antes del asalto. El fiscal también solicitó documentos de todas las armas utilizadas por los guardias. Varias no contaban con documentaciones en regla.