El Partido Nacionalista Escocés (SNP) aseguró ayer que su victoria en el Parlamento regional le da legitimidad para impulsar un nuevo referéndum de independencia, a pesar de la oposición del gobierno de Boris Johnson.
Johnson –quien tiene la última palabra para permitir o no el referéndum– se opone rotundamente a la consulta.
Y si el SNP de Sturgeon intenta legislar para obtener un referéndum, pero el Gobierno del Reino Unido no coopera, la disputa podría resolverse en los tribunales. “Sería absurdo y completamente indignante”, dijo Sturgeon a la BBC. Si eso ocurre, “significaría que un gobierno conservador se ha negado a respetar la voluntad democrática del pueblo escocés”, advirtió. Pero para Boris Johnson, un referéndum es irresponsable.
El líder conservador cree que la prioridad es afrontar la recuperación económica, tras la pandemia de coronavirus que dejó más de 127.000 muertos en el Reino Unido. Por ello instó a Sturgeon a trabajar juntos frente a los desafíos compartidos, invitándola a una reunión con otros líderes de gobiernos locales. “En lugar de centrarnos en lo que divide, centrémonos en lo que une”, dijo, por su parte, Michael Gove, el ministro responsable de coordinar la acción del Gobierno, en declaraciones ayer a SkyNews. AFP