La subsecretaria de Estado de Estados Unidos para Asuntos del Hemisferio Occidental, Kimberly Breier, estará esta semana en Paraguay y Brasil con Venezuela en la agenda, informó el viernes pasado el Gobierno de Donald Trump.
Breier, quien se encuentra en la región desde ayer y permanecerá hasta el sábado 2 de marzo, repasará con autoridades locales la situación en Venezuela, donde el líder opositor Juan Guaidó, reconocido como presidente interino por EEUU y unos 50 países, libra desde hace un mes una pugna por el poder con el mandatario Nicolás Maduro.
Según la agenda divulgada por el Departamento de Estado, Breier se reunirá con el presidente Mario Abdo Benítez y otros miembros del Gobierno para discutir, entre otros temas, “el apoyo a Venezuela”. Abdo rompió relaciones diplomáticas con Venezuela el 10 de enero, el mismo día en que Maduro se juramentó como presidente hasta 2025, tras su reelección en comicios desconocidos por Washington, el Grupo de Lima y países europeos.
Breier también irá a Río de Janeiro, Brasilia y São Paulo “para profundizar la cooperación entre Estados Unidos y Brasil en apoyo a la democracia en el Hemisferio Occidental, especialmente en Venezuela”. La funcionaria de EEUU tiene previstas reuniones con el canciller Ernesto Araújo; el ministro de Justicia, Sergio Moro; y el diputado Eduardo Bolsonaro, hijo del presidente Jair Bolsonaro, entre otras autoridades.
También se encontrará con embajadores del Grupo de Lima, un bloque de países latinoamericanos y Canadá que busca una salida pacífica a la crisis venezolana, así como con migrantes venezolanos. Desde 2015, unos 2,7 millones de personas han abandonado Venezuela, de los cuales 96.000 están en Brasil, según la ONU.
Por su parte, el presidente de Brasil visitará EEUU la segunda quincena de marzo, según anunció a principios de febrero Araújo, confirmando la sintonía con el Gobierno de Trump. Trump y Bolsonaro impulsan un cambio en Venezuela que saque del poder al “dictador” Maduro, y son fuertemente críticos de los gobiernos de Cuba y Nicaragua. AFP