Así lo indicó el Santo Padre el miércoles 6 de mayo cuando reconoció haber recibido recientemente, con ocasión del primero de mayo, Día del Trabajo y fiesta de San José trabajador, “diversos mensajes sobre el trabajo y sus problemas”.
“Es verdad que la crisis actual nos afecta a todos, pero la dignidad de las personas debe ser siempre respetada. Por eso, sumo mi voz al reclamo de estos trabajadores y de todos los trabajadores explotados”. Por ello, el Papa rezó para que “la crisis sea una oportunidad de poner en el centro de nuestras preocupaciones la dignidad de las personas y la dignidad del trabajo”.
San José María Escrivá en una novena para los enfermos, en la convicción que nos pudiera ayudar a superar los efectos de esta pandemia:
“No me olvides que a veces hace falta tener al lado caras sonrientes. Evita con delicadeza todo lo que pueda herir el corazón de los demás. Has de decidirte a seguir el camino de la entrega: la Cruz a cuestas, con una sonrisa en tus labios, con una luz en tu alma. Todo lo que ahora te preocupa cabe dentro de una sonrisa, esbozada por amor de Dios.
Has de procurar que, donde estés, haya ese “buen humor” –esa alegría–, que es fruto de la vida interior. Para que Dios nuestro Señor ayude a… –mientras esté enfermo(a)– a enfrentar con alma grande sus sufrimientos, de manera que, pasándolos por alto, sepa ser una fuente continua de luz y de alegría para los demás, tanto por su ejemplo de generosidad y abnegación, como por la irradiación de su sonrisa, de su buen humor, de su fe y de su amor.
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