“Los comandos siempre mantenemos la fe intacta. Cuando nos asignan una misión es para cumplirla. Hacíamos lo imposible y abrazamos la adversidad. Los indicios que fuimos encontrando nos marcaron que ahí estaban nuestros menores”, relató ayer –en entrevista exclusiva con NPY- el brigadier general Pedro Sánchez, quien dirigió las operaciones de búsqueda de los menores rescatados en la selva amazónica de Colombia.
Sánchez, jefe del Comando Conjunto de Operaciones Especiales (CCOES) de las Fuerzas Armadas Colombianas, comentó que el papá de los menores rescatados –Manuel Ranoque, le pidió que fuera el padrino de la menor, de Cristín, quien cumplió un año de vida el 26 de mayo, en medio de la adversidad y en lo profundo de la selva.
“Para mí es un honor enorme, recibí con mucho agrado la responsabilidad de ser padrino; solamente tengo un hijo de nueve años. En algún momento pensamos tener más o adoptar, pero se pasó el tiempo y, ahora, Dios con estos dos milagros –primero que hayan sobrevivido al accidente aéreo y después que hayan estado vivos durante 40 días perdidos en la selva– me da esa oportunidad de ser el padrino de esa hermosa beba”, compartió el militar al final del contacto que mantuvo con el canal de noticias.
Conjunto. Sánchez explicó que todo el operativo involucró a más de 350 personas, unas 30 organizaciones, entre ellas, los pueblos indígenas del Amazonas, organizaciones civiles, etc. “Algunos de nuestros hombres se internaron más de 30 días, junto con unos indígenas que luego se unieron a la operación especial”, refirió al señalar que en el punto álgido de la búsqueda llegaron a tener más de 200 personas, 93 indígenas y 115 militares.
“Fue una amalgama espectacular de conocimiento indígena y arte militar”, dijo también a la agencia AFP.
Mientras transcurrían los días desde el día del accidente aéreo, el 1 de mayo, “sentimos también impotencia y lo único que nos permitía mantenernos firmes era la fe, creer que se puede, creer que lo podemos lograr”, confesó.
Añadió que pasaron todos esos días con gran incertidumbre, sobre todo, por una variable que no pueden controlar, los “grupos narco-criminales”. “El conflicto generado por grupos narco-criminales en la zona ha obligado a que el Estado adquiera unas capacidades de fuerzas especiales, tal vez de las mejores del mundo para enfrentar esta amenaza. Empleamos once tipos de aeronaves, también satelitales. Nos apoyaron otros países como Chile, Israel, Estados Unidos”, enumeró.
Estrategias. Sánchez comentó que destinaron cada aeronave para diversos fines: una para lanzar bengalas, otras para alimentos y así. En efecto, utilizaron helicópteros con kits de comidas, como fariña. “Unos helicópteros llevaban parlantes que anunciaba que por favor se quedaran quietos y era la voz de la abuela. Lanzamos más de 10.000 volantes en huitoto y en español para que supieran que le estábamos buscando”, dijo.
En total, señaló que sumaron más de 280 horas de vuelo sobre la selva durante todo el operativo. “Los helicópteros utilizados tenían capacidad de visión nocturna, preparamos a la tropa como una operación especial porque no se podía aterrizar. Los árboles tienen más de 30 a 40 metros de altura”, apuntó. Emplearon, además cinco perros rescatistas, entre ellos Wilson, el canino que fue clave en el proceso de hallazgo y que luego desapareció en la espesura del bosque. La espesura de la selva es tal –dijo– que en apenas a 20 metros de distancia uno se podía perder. Nos ocurrió donde un policía salió a cortar leña y se perdió, lo encontraron dos semanas después”, contó. “Sin la Fuerza Aérea colombiana hubiese sido imposible llegar a ese lugar inhóspito, difícil, pero no imposible para quienes cumplimos operaciones especiales”, enfatizó al referir que, por las características señaladas del bosque “en medio de la noche les trajimos a los cuatro menores” “Los aviones estaban equipados con un equipo multidisciplinario con médicos pediatras, neonatólogos, entre otros”, indicó.
Sin la Fuerza Aérea hubiese sido imposible llegar a lugar inhóspito, pero no imposible para los que cumplimos operaciones especiales.
El conflicto generado por grupos narco-criminales en la zona ha obligado a que el Estado adquiera unas capacidades de fuerzas especiales.
El papá de los menores me pidió que fuera padrino de la menor, de Cristin que cumplió un año en medio de la adversidad y en la selva.