29 may. 2025

LEY DE LENGUAS, NECESIDAD MÁS QUE URGENTE

El ojo despierto

Viernes, 17 de Julio de 2009 -alva@uhora.com.py

Parece mentira, pero han pasado 17 años desde la promulgación de la Constitución de 1992 que declaraba al guarani en pie de igualdad con el castellano como lenguas oficiales de la República y, sin embargo, hasta ahora el Congreso no reglamentó sus artículos 140 y 77.

El artículo 140 define que “el Paraguay es un país pluricultural y bilingüe” y, tras determinar que el castellano y el guarani son sus lenguas oficiales, expresa que “la ley establecerá las modalidades de utilización de uno y otro”.

El 77, en tanto, atañe al ámbito de la educación. Dice: “La enseñanza, en los comienzos del proceso escolar, se realizará en la lengua materna del educando. Se instruirá, asimismo, en el conocimiento y el empleo de ambos idiomas oficiales de la República”.

Sin que haya un instrumento legal que le dé marco institucionalizado al manejo de las lenguas - no solamente a las dos que se hablan en forma mayoritaria sino también a las demás, ya fueren indígenas (lengua, nivaclé, sanapaná, etc.) o de otras procedencias (ucraniano, japonés, alemán, etc.)- , hasta hoy cuanto abarca este ámbito de la vida nacional anda a la deriva, a la de Dios que es grande. Oiko iñakãre karretíllaicha, en tres palabras.

Sin echar más leña al fuego buscando culpables - en los sectores estatal y privado, porque hay una corresponsabilidad imposible de obviar- , lo urgente es que el Parlamento apruebe la muy esperada y siempre postergada Ley de Lenguas. Mirar a los ojos del futuro es la consigna.

Puede preguntarse por qué insistir en una Ley de Lenguas si en este momento los grandes temas son la gripe A H1N1, la incertidumbre política, el tractorazo, la falta de plata en el bolsillo, la inseguridad, el conflicto campesino e Itaipú. Es cierto: son algunas de las preocupaciones de este instante.

El Paraguay, sin embargo -además de resolver con eficiencia sus problemas coyunturales, por supuesto-, requiere también tomar recaudos con respecto a su porvenir. Conservar su identidad como nación bilingüe atañe a su esencia misma. Y uno de sus pilares identificatorios es la lengua guarani, porque transmite una cultura que, de otro modo, iría desapareciendo en el territorio envolvente del idioma con mayor poder que es el español.

Por eso, es urgente intentar recuperar el terreno perdido antes de que sea muy tarde. La Ley de Lenguas es fundamental porque contempla el funcionamiento de instituciones que permitirán - por fin- darle un andamiaje orgánico a cuanto atañe a esta realidad que por ningún motivo se puede seguir descuidando.

Uno de los organismos que contempla la ley que está en el Senado es la Secretaría Nacional de Política Lingüística. Será como un ministerio, la máxima instancia para establecer las reglas de juego en todos los niveles.

Otro será la Academia de la Lengua Guarani. Estará integrado por los más calificados conocedores y cultores - tipo Academia de la Lengua Española- del idioma todavía hablado y entendido por un vasto segmento de la población paraguaya. Esa Academia le dará uniformidad pragmática al alfabeto, la gramática, el vocabulario y la secuencia correcta de la construcción de oraciones (sintaxis).

Ojalá el Senado no demore más en aprobar esa ley que ya no puede seguir esperando. El hoy y el mañana están en juego en ese instrumento legal que atañe a lo intrínseco del ser paraguayo.