Internos del leprocomio Santa Isabel, de Sapucai, solicitan a las autoridades nacionales y entidades de beneficencia medicamentos y una ambulancia.
Valentín Benítez, uno de los enfermos, señaló que se sostienen gracias a la caridad de las religiosas carmelitas que trabajan en el lugar.
“Nuestras familias son las personas extrañas que nos visitan cada uno o dos meses por caridad”, afirmó Benítez.
Añadió que requieren medicamentos para los ojos, oídos, gargantas y dientes, además de las medicinas de los primeros auxilios.
“Lo que más necesita este lugar es una ambulancia y combustible. Cuando uno de nosotros se agrava, la hermana Coronel nos saca en la única camioneta que hay, y nos vamos en la carrocería hasta llegar al médico de la zona, a 22 kilómetros”, agrega Andrés Olmedo, otro interno de este centro asistencial.
El único galeno de la zona ni siquiera es un especialista en enfermedades de la piel. “Necesitamos un dermatólogo”, afirma, por su parte, Simeón Silva, de 70 años, varios de ellos en el leprocomio.