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Uno de los ingredientes más destacados del programa de talentos Parodiando, que va los martes y jueves, a las 22.00, por Telefuturo, es el que tiene que ver con las caracterizaciones de los personajes parodiados, y de esta mágica tarea, se encarga el argentino Leo Sobrino.
“Hago caracterizaciones y efectos especiales, a modo de trabajo desde hace 27 años. Desde los 15, que me aproximé a la profesión, ya no paré”, comenta Leo Sobrino.
Él nació en Buenos Aires, se crió en Posadas, pero eligió a Paraguay como su país de residencia desde el año 1999, donde tiene una esposa y un hijo, que nacieron en Posadas, Argentina.
Antes de saltar a la popularidad, que hoy le brinda liderar las transformaciones de los 16 participantes de Parodiando, Leo realizó una larga y productiva carrera en el rubro.
Desde el casi anonimato de estar detrás de cámaras, el artista encabezó diversas campañas de publicidad para firmas nacionales e internacionales, además de trabajos para cine y producciones de tevé.
PRODUCCIONES. Entre las películas en las que plasmó su talento, se encuentran Miramenometokei, Universo servilleta, Karai Norte, 7 Cajas y Felices los que lloran (se estrena en julio).
El genio de las máscaras reconoce que este trabajo es imposible hacerlo sin un buen equipo, y en ese sentido, dice que cuenta con uno de primera, integrado por Gaby Dávalos en modelado, Falu Santander en maquillaje, Edi Romero en postizos y maquillaje. Leo Sobrino se encarga de modelado, matrices, prostéticos y maquillaje.
CONSTANCIA. Para Sobrino, la suerte jugó a su favor siempre. “Tuve el buen azar de trabajar en un prestigioso estudio en Buenos Aries, y gané experiencia. Los materiales fueron evolucionando, y a la par, mis habilidades. Como llevo muchos años en esto, cada día investigo y me perfecciono más”, sostiene.
Acerca de la elaboración de cada personaje, explica que no puede ofrecerse un estándar de tiempos en el trabajo, ya que depende del personaje.
“Algunos se sacan en una hora, porque no tienen prótesis, solo maquillaje y peluca. El tiempo es relativo a la complejidad de la transformación, algunas pueden durar hasta seis horas”, cuenta Sobrino.
Las transformaciones que llevan un proceso más largo, primero deben pasar por un molde del rostro de la persona que se va a caracterizar, luego se modela la prótesis, se matriza, y ahí se realiza la prótesis con el material a utilizar (espuma de látex, material de silicona, u otro), algunos de Alemania, otros de Paraguay. Hacer un mentón o la punta de una nariz demoran menos. Los costos varían, dependiendo del proyecto.