Domingo/29/JUNIO/2008
Publicado por Gerardo Alaniz (Diario De Cuyo, Argentina)
“En un hecho sin precedentes en este deporte, Jorge Cali convocó (el viernes) a 7.000 personas en la velada del viernes en el Aldo Cantoni. Aunque su pobre labor, pese a que superó por puntos al paraguayo Francisco Lefebvre y adujo una fractura en su mano izquierda, dieron pie a los silbidos de la gente hacia el campeón mundial.
Lo recibieron como a un ídolo y lo despidieron como a un villano. Todo en poco menos de media hora. Una metamorfosis letal, tanto o más como cualquiera de sus patadas dignas de un dibujito animado. Jorge ‘Acero’ Cali logró un hito dentro del kick boxing en nuestra provincia: convocar 7.000 espectadores en la velada realizada el viernes pasado en el cubierto Aldo Cantoni, donde se impuso por puntos al monarca paraguayo y sudamericano, Francisco ‘La Tempestad’ Lefebvre.
Pero el peleador, actual campeón mundial de la categoría crucero y que adujo para su magro desempeño una fractura en su mano izquierda, se llevó también una reprobación pocas veces vista. Una silbatina que cerró una velada que tuvo una excelente organización, pero que le faltó el plato principal. Nada menos.
No queda otra que hacer memoria para recordar una ovación semejante para un peleador, que no fuera de estas tierras, similar a la que recibió Cali cuando pisó la pasarela colocada especialmente para el ingreso al ring. Los celulares y las cámaras digitales, sirvieron, tanto para padres e hijos, para inmortalizar ese momento.
Cali, tan gran peleador como excelente relacionista público, se tomó el tiempo de saludar e incluso arengar a la gente que cuando ingresó al cuadrilátero, directamente, lo veneró. Hasta ahí, lo esperado. Lo que la gente fue para ver, claro que restaba aún el plato principal. Cumplir con la promesa de noquear al guaraní en dos rounds o para los más irracionales, darles el gusto y devolverlo a su país en un cajón a su rival, como le pronosticó en el pesaje.
Aunque no hubo nada de eso. Así, el idilio Cali-gente duró apenas dos minutos. Es decir, el primer round. Una buena combinación de patadas mandaron a la lona a Lefebvre y la multitud parecía en éxtasis, en ese frenético arranque. No importaba haber pagado 30 pesos por menos de 120 segundos de acción, en la pelea de fondo. Fue justamente en ese asalto inicial, donde según ‘Acero’, se quebró la mano izquierda y por eso su rendimiento resultó desilusionante.
DE VILLANO A HÉROE. A medida que pasaron los round, ‘La Tempestad’, quien nunca hizo honor a semejante apodo, fue para adelante y se las arregló para ganarse las palmas de la popular, que a esa altura estaba volcada a su favor. El final del pleito, sumado al fallo que dio ganador a Cali (lo más justo era un empate), cerraron una noche inolvidable.
Con el argentino silbado cuando tomó la palabra y su partenaire ovacionado y sacándose fotos hasta llegar al vestuario. Todo en una velada, donde pareció nacer y morir un nuevo ídolo. Esta vez, el ‘Acero’ se oxidó...”